En medio de un evento organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Ángel Manero, desató una fuerte controversia en el sector con unas declaraciones.
Durante su intervención en el encuentro denominado “Jueves Minero”, Manero sostuvo que la agricultura debe ser concebida como un negocio y no como una actividad «idealizada».
De manera tajante, aseguró que si un agricultor enfrenta pérdidas, debería abandonar el rubro en lugar de buscar apoyo del Estado.
“Mucho mejor nos iría si le decimos al agricultor crudamente: este es un negocio y, si te va mal, no le tienes que pedir nada al Estado. Si te va mal, tienes que salir del negocio como pasa en cualquier otra actividad económica. Suena duro, pero son lecciones que tenemos que dárselas”, declaró.
El ministro insistió en que en el Perú se ha “romantizado” la actividad agrícola, considerándola como una labor que debe ser preservada de generación en generación, lo que —según su visión— ha impedido que se entienda bajo las reglas del mercado.
“El problema en el Perú es que hemos idealizado la agricultura. Creemos que es una actividad bonita que debe pasar de padres a hijos, y se olvidan que, finalmente, es un negocio: el mercado puro y duro”, agregó.
Estas declaraciones llegan en un contexto especialmente sensible, considerando que, según datos del propio Midagri, más del 83% de los trabajadores agrícolas dependen de esta modalidad, que resulta esencial para garantizar el abastecimiento de alimentos en todo el Perú.