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Expertos pronostican un crecimiento significativo de la industria del juego en Perú

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FILE PHOTO: Keyboard, cards, chips, dice are seen in this illustration picture, June 5, 2020. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo

Aunque la economía peruana sigue buscando estabilidad, el sector de los videojuegos avanza por otro carril. Hace poco, y sin hacer demasiado ruido, esta industria generó $156 millones en ingresos para el país. Si todo sigue en marcha, para 2028 esa cifra podría alcanzar los $208 millones. No es un récord, está claro, pero el crecimiento se mantiene: en promedio, un 6 % al año. En Perú, hace rato que los videojuegos dejaron de ser solo un pasatiempo. Ahora también traen ingresos, empleos y recaudación. El país aún no tiene un papel protagónico en el mapa global del gaming, pero cada vez se lo menciona con más frecuencia. Y no es casualidad.

El mercado local se apoya sobre todo en juegos fáciles de entender y rápidos de jugar. Son esos que se abren mientras uno espera el bus, hace fila o tiene un rato libre entre otras cosas. Juegos sociales, casuales, conocidos por todos.

Candy Crush, Gardenscapes, Homescapes… ese tipo de juegos sigue marcando el paso. Solo estos títulos explican el 85 % de los ingresos que deja el gaming en Perú. En 2023, el sector generó $133 millones. Y si nada se interpone, para 2028 la cifra podría alcanzar los $180 millones. Todo eso sin grandes estrenos ni producciones millonarias, pero con una base de jugadores enorme y constante.

En cambio, los juegos más clásicos van más despacio. En 2023 movieron apenas $23 millones, y en cinco años se espera que lleguen a $28 millones. El crecimiento está, pero no supera el 4 % por año. Entre consolas y PC el reparto es casi parejo. No hay saltos ni caídas fuertes. De vez en cuando se suma alguien nuevo, aunque no muchos. En realidad, la mayoría son los mismos de antes: los que ya jugaban shooters o estrategia hace años. Mientras tanto, las generaciones más jóvenes arrancan directo con el celular. Muchos ni se plantean jugar en computadora.

La industria global del gaming viene perdiendo ritmo. 2023 fue, de hecho, el año más flojo en los últimos cinco. La plata sigue girando, sí, pero ya no con la misma fuerza. Esto se nota sobre todo en los eSports. Hoy ese segmento mueve cerca de $1.900 millones, y se estima que llegará a $2.800 millones en 2028, aunque sin los saltos espectaculares de antes. Al mismo tiempo, muchos usuarios están mirando hacia el iGaming como alternativa para entretenerse. Y razones no faltan. Los casinos online modernos ofrecen miles de juegos distintos. Algunos están tan bien diseñados que, para más de uno, ya son una opción tan válida como los videojuegos tradicionales.

Además, muchos casinos online reparten distintos regalos entre sus usuarios. Para entender mejor cómo se mueve esta tendencia, el equipo hizo un repaso del mercado peruano de juegos de azar y revisó varios sitios especializados. Ese enlace reveló que en el país existe una gran cantidad de casinos con bonos sin depósito en casinos. La idea de recibir un regalo solo por registrarse se volvió una de las formas más efectivas de captar nuevos usuarios. Funciona, y las plataformas lo saben.

Hoy incluso quienes antes no se interesaban por estos juegos están empezando a sumarse. Algunos vienen del mundo gamer, y eso podría explicar en parte la caída de ritmo en el mercado más clásico.

Varias empresas ya empezaron a achicarse. Recortan presupuestos, reducen equipos, pierden marcas que antes las acompañaban. Incluso los grandes del sector sienten la presión. Aquella etapa de puro entusiasmo ya quedó en el pasado. Mientras tanto, los juegos casuales no paran de crecer. Y tiene lógica: son simples, enganchan rápido y casi cualquiera puede jugar. En este momento representan cerca del 70 % de todos los ingresos de la industria. En 2023, eso significó más de $156.000 millones. Si nada se tuerce, el crecimiento seguirá rondando el 11 % por año.

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