Las llamadas clave antes de su detención
Según el semanario Hildebrandt en sus Trece, el teléfono de Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), ha comenzado a hablar. Incautado durante el allanamiento de su vivienda el 7 de noviembre de 2024, el dispositivo ha revelado una red de contactos con políticos, dirigentes deportivos, periodistas y barristas.
El 6 de noviembre, apenas seis horas antes de su detención, Lozano sostuvo una conversación de cinco minutos con Erick Caso Giraldo, jefe del Gabinete de Asesores del ministro del Interior, Juan José Santiváñez. Tras esa llamada, realizó 21 comunicaciones con su círculo más cercano: su hijo, esposa, madre, guardaespaldas, secretaria y su abogada Giulliana Loza. También se contactó con Juan Carlos Oblitas, entonces director general de la FPF; Jorge Espejo, director de la academia Cantolao; Fredy Salazar, contador de la FPF, y Sabrina Martins, secretaria general de la FPF.
Cuando la Policía llegó a su casa en San Borja durante la madrugada del 7 de noviembre, Lozano ya estaba vestido y esperando a los agentes, como si supiera con anticipación lo que iba a ocurrir. Sin embargo, tres personas de su entorno no fueron encontradas: el abogado José Carlos Isla, el directivo Juan Francisco Quispe y Franklin Chuquizuta Alvarado, presidente de la Liga Departamental de Amazonas.
La Fiscalía sostiene que Lozano encabezaba una organización denominada “Los Galácticos”, la cual se habría beneficiado del patrimonio de la FPF y de los contratos de la Liga 1. Inicialmente, el dirigente era investigado por organización criminal, defraudación de personas jurídicas y lavado de activos. Sin embargo, un cambio en el Código Penal aprobado por el Congreso redujo los cargos solo a lavado de activos.
Los chats infractores
El deslacrado del iPhone 14 Pro Max de Lozano, realizado el 10 de noviembre por el equipo del fiscal Juan Alberto Orihuela, reveló una serie de conversaciones que evidencian la manera en que el dirigente deportivo ejercía su poder e influencias dentro y fuera del fútbol.
Favores y negociaciones en el fútbol
Uno de los chats más llamativos es el que Lozano sostuvo con Pablo Betancourt, representante del entonces entrenador de la selección peruana, Jorge Fossati. El 8 de octubre de 2024, Betancourt le pidió seis entradas para el partido entre Perú y Uruguay que se jugaría dos días después.
«Podrían además ser seis. Tengo tres jugadores acá más mi primo hermano que va con la esposa y sobrino» , escribió Betancourt. Luego, agregó un comentario que genera suspicacias: «Quédate tranquilo que si subes, te mando un jugador uruguayo bonificado para que entre en tu presupuesto» . Lozano respondió con un simple: «Muchas gracias» .
En ese momento, el club Juan Pablo II de Chongoyape (Lambayeque), de propiedad de Lozano, buscaba ascender a la Primera División. Actualmente, ese equipo cuenta con tres futbolistas uruguayos en su plantel: Gustavo Machado, Christian Tizón y Emiliano Villar.
Contactos con el Ministerio del Interior
Otro chat reveló que un hombre identificado como “Marco Peña, ministro del Interior Subprefecto de San Borja” ofreció a Lozano sus servicios para solucionar el problema conyugal del futbolista Christian Cueva.
El mensaje fue enviado un día después de que Pamela López, esposa de Cueva, lo denunciara por violencia física y psicológica. «Estimado Agustín, espero que todo esté muy bien. Quería ofrecer mi apoyo con lo de Cueva. Si lo ves bien, le comentas que yo ayudé a Angelo Campos cuando lo detuvieron en la comisaría de Chacarilla en San Borja y le pasó lo mismo con la mamá de sus hijos. Y a Renato Tapia cuando la mamá de su hijo le quiso pedir garantías en la subprefectura de San Borja. Estamos para apoyarnos» , escribió Peña. Lozano no respondió.
Otro contacto, «Moisés Alarcón Ministerio», le envió un mensaje presentándose como asesor del Ministerio de Energía y Minas y pidiendo una reunión. Alarcón Soplapuco es un exfiscal destituido por faltas administrativas que trabajó en el Ministerio de Desarrollo Agrario y en el Ministerio de Transportes durante el gobierno de Pedro Castillo.
Manipulación mediática
Uno de los hallazgos más delicados es un chat del 20 de octubre de 2024 con un contacto registrado como “Jessica Jiménez PRENSA”. En el mensaje, esta persona advierte a Lozano que el periodista Beingolea estaba atacando en sus programas y le sugiere tomar medidas para desacreditarlo.
«Podemos opacar su comentario» , escribió Jiménez. Lozano preguntó: «¿Cómo?» . La respuesta fue directa: «Sacarle cosas del pasado en varias redes, que pierda credibilidad. Que fue un fracaso en lo político y ahora quiere opinar para llamar la atención» .
Poco después, el interlocutor reveló su verdadera identidad: «Soy Carlos Torres Rivera, trabajé en el IPD con Guido (Marchán). Actualmente estoy relanzando un canal de TV digital. También soy jefe de imagen del exfiscal supremo Martín Salas. Tenía un proyecto de un programa con el Chorri» . Lozano quedó en reunirse con él en la Videna.
Vínculos con los Acuña y la César Vallejo
Los chats también revelan la relación de Lozano con César Acuña y su hijo Richard, propietarios del Club César Vallejo. En medio del conflicto con el futbolista Paolo Guerrero, Richard Acuña le envió a Lozano un mensaje con un comunicado interno sobre una supuesta deuda con el jugador. «Agustín, buenas tardes, para tu conocimiento, amigo. Por ti. Hay que salir rápido de esto» , escribió Richard.
Más directo fue César Acuña, quien el 22 de agosto de 2024 le pidió a Lozano intervenir en el caso: «Mi querido Agustín, por favor trata de ayudar a Richard, hazlo por mí. Un abrazo» . Lozano respondió afirmativamente.
Pagos a barristas
Uno de los chats más comprometidos involucra a grupos de barristas. El 24 de octubre de 2024, el contacto «Barra Los Norteños Michael» le pidió apoyo económico para movilizar a hinchas y protestar contra el “Grupo Oviedo” en Chiclayo.
«Don Agustín, Presi, por favor apoye a mis amigos porque me están llamando, por favor don Agustín» , escribió Michael, enviando fotos de gigantografías con mensajes en contra de Edwin Oviedo. Lozano respondió: «¿A qué número?» , lo que indica que estaba dispuesto a financiar estas acciones.
¿Y ahora qué?
El deslacrado del celular de Agustín Lozano no solo confirma sus conexiones con altos funcionarios y dirigentes deportivos, sino también su capacidad para influir en la prensa y en las barras bravas. La Fiscalía sostiene que toda esta red de contactos representa un peligro para la investigación en curso.
Por ahora, Lozano sigue bajo la lupa de las autoridades, mientras el fútbol peruano enfrenta un escándalo que podría tener consecuencias a nivel dirigencial y político.