La ciudad de Juliaca continúa esperando la ejecución de un proyecto de drenaje que ha tardado más de 39 años en materializarse cuestionó el excongresista por Puno, Alberto Quintanilla.
Además, cuestionó a las autoridades locales y a los gobiernos anteriores, señalando que la falta de acción y la corrupción han sido los principales factores que han obstaculizado el avance del proyecto. “El municipio tiene que hacer una mea culpa.
Las autoridades que han pasado tienen bastante responsabilidad, y el actual alcalde, heredero de esta situación, debe hacer el mejor esfuerzo. No es dable que después de 39 años sigamos sin poder concretar nada, a pesar de que existen los presupuestos”, manifestó.
El exlegislador recordó que en 1985, el entonces presidente Alan García Pérez entregó un cheque simbólico de 135 millones de soles con el objetivo de financiar este crucial proyecto para la ciudad. Sin embargo, el proceso de licitación que debía dar inicio a la obra fue cancelado debido a irregularidades relacionadas con la corrupción, lo que marcó el inicio de un ciclo de fracasos.
A pesar de los nuevos intentos, las licitaciones posteriores también fueron anuladas por problemas similares. «Un 27 de octubre, el expresidente (…), el municipio hizo una licitación que fue anulada por corrupta. Luego pasó a la administración del Ministerio de Vivienda, y se intentó ejecutar con una empresa española, pero a la fecha no se concreta debido a la corrupción que existe en el aparato estatal», explicó subrayando que las autoridades que han gestionado el proyecto lo han hecho de manera irregular.
El proyecto, que en un principio fue un esfuerzo prometedor para resolver los problemas de drenaje en una ciudad que históricamente ha sufrido inundaciones, ha quedado atrapado en un ciclo de corrupción y mala gestión.
Actualmente, el proyecto se encuentra en arbitraje, sin avances significativos. Además de los problemas de drenaje, la ciudad enfrenta un grave riesgo debido a las intensas lluvias que se vienen registrando desde hace unas semanas ha aumentado la vulnerabilidad de Juliaca a inundaciones y otros desastres naturales.