La comunidad de Yanaoca, en la provincia de Canas, Cusco, vive un día de luto tras la trágica muerte de Willy Ramos Mamani, un joven originario de la comunidad de Hampatura, quien participó en la tradicional batalla ancestral de Chiaraje el 20 de enero.
La celebración de Chiaraje, que se realiza cada año en honor a la Pachamama (Madre Tierra), busca asegurar un año de prosperidad para la agricultura de la región. Durante este evento, los participantes simulan una batalla, como parte de una costumbre ancestral que se remonta a tiempos incaicos. Sin embargo, este año la festividad se vio empañada por la pérdida de Ramos Mamani, quien sufrió un fatal accidente mientras participaba en la batalla.
Las creencias locales interpretan el derramamiento de sangre accidental como una señal de aceptación por parte de la Pachamama, lo cual se asocia con buenas cosechas y un próspero futuro para la comunidad. A pesar de este simbolismo, la tragedia resalta la necesidad urgente de evaluar las condiciones de seguridad para los participantes y garantizar que las celebraciones se realicen sin poner en riesgo la vida de los involucrados.
La noticia de su fallecimiento ha causado una gran consternación entre los habitantes de la región, quienes han expresado su pesar y solidaridad con la familia de Willy Ramos Mamani. En medio del dolor, también se ha abierto un espacio para la reflexión sobre cómo modernizar las celebraciones sin perder la esencia de las tradiciones ancestrales, buscando siempre la protección y el bienestar de la comunidad.