Un reciente video viral ha generado un intenso debate en redes sociales sobre la empatía y los derechos en el transporte público. En las imágenes, una pasajera se negó a ceder su asiento a una mujer embarazada, justificándose con la frase: «Estoy cansada». Este incidente ha abierto una discusión sobre la convivencia en espacios compartidos y las prioridades en situaciones de vulnerabilidad.
¿Qué ocurrió en el transporte público?
El hecho tuvo lugar en un autobús lleno de pasajeros. Una mujer embarazada pidió un asiento reservado, pero fue rechazada por una señora que ocupaba uno de estos lugares preferenciales. La respuesta de la mujer —quien afirmó estar exhausta tras una larga jornada— provocó la indignación de otros usuarios en el autobús, y el incidente fue grabado y difundido en redes sociales.
¿Cómo reaccionaron los usuarios de redes sociales?
El video desató opiniones divididas. A favor de la embarazada, muchos usuarios señalaron que los asientos reservados deben priorizarse para personas vulnerables, como mujeres embarazadas, adultos mayores o personas con discapacidad. Mientras que otro grupo se mostró a favor de la señora: Otros defendieron su postura, argumentando que la fatiga también es una condición válida y que no siempre es obligatorio ceder el asiento.
Comentarios como «La empatía no debería depender de la ley, sino del sentido común» y «Todos tenemos derecho a descansar después de un día agotador» reflejan la polarización del debate.
¿Qué dice la normativa sobre los asientos reservados?
En el Perú, la Ley N.° 28983 establece que los asientos preferenciales deben estar destinados a:
- Mujeres embarazadas.
- Personas con discapacidad.
- Adultos mayores.
- Personas acompañadas de niños pequeños.
Aunque no cumplir esta norma puede derivar en sanciones para las empresas de transporte, en la práctica, su aplicación depende de la conciencia y empatía de los pasajeros.