Gran controversia se ha generado tras conocerse que Isabel Cajo Salvador, contratada en el despacho del congresista Edwin Martínez, percibe un sueldo superior a los 7 mil soles a pesar de no contar con el grado de bachiller.
La noticia, publicada por el Semanario Hildebrandt en sus Trece, también reveló que Cajo tenía una cuenta activa en la plataforma de contenido para adultos OnlyFans.
Consultado al respecto, el congresista Martínez defendió la contratación, señalando que Cajo realiza labores como encargos, oficios y gestiones. Según el parlamentario, fue ella quien presentó su currículum directamente en su despacho y tras ser evaluada por su asesor, recibió su aprobación.
“Yo no vivo de cuentos ni de habladurías. Algunos periodistas se olvidan de que son hijos de una mujer o que tienen hermanas mujeres. Eso es algo que quiero reivindicar en esta señorita. Antes de ser político, soy ser humano. Para el cargo que yo necesito no se requiere siquiera ser bachiller”, afirmó Martínez en su defensa.
La polémica se intensificó con la información publicada por el semanario, que señaló que Isabel Cajo habría participado en «fiestas de adultos» organizadas para funcionarios del Congreso por Jorge Torres Saravia, exjefe de la Oficina Legal y Constitucional del Parlamento, actualmente investigado por liderar una presunta red de prostitución dentro del Congreso.
Este caso ha generado diversas reacciones en redes sociales y en el ámbito político, cuestionando la transparencia y los criterios utilizados para la contratación de personal en el Congreso, así como el uso de recursos públicos en estos procesos.