Han pasado más de tres meses desde que el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, arribara a Moquegua el 15 de agosto con una “misión muy importante”, según afirmó: garantizar la totalidad del agua (25 millones de metros cúbicos, MMC) de la represa Yanapujio para el valle de Tambo.
A pesar de ser claro en sus pretensiones durante una reunión sobre el tema, las autoridades de Moquegua, en particular la gobernadora regional Gilia Gutiérrez, recién reaccionaron ante el anuncio hace dos días, después de que el 19 de noviembre el ministro asegurara que le costó cinco visitas a Moquegua lograr que la región desista de pedir las aguas de Yanapujio.
Al respecto, Millar Zenteno, responsable de la Oficina de Diálogo y Prevención de Conflictos del Gobierno Regional de Moquegua, defendió la postura de la institución indicando que el tema de Yanapujio no era un punto de agenda y ofreció como “prueba” el acta de dicha reunión, a la que tuvo acceso Radio Sol. Sin embargo, resulta peculiar que el acta registre solo las intervenciones de los alcaldes y omita las declaraciones clave de Manero.
Según el acta, el alcalde de Ichuña pidió la represa Cuturi como compensación por los daños que ocasionaría la construcción de Yanapujio. Asimismo, el alcalde de Ubinas solicitó que el 50 % del agua de Yanapujio se destine a Moquegua, pero no se menciona que tras estas intervenciones Manero condicionó el paquete de proyectos solicitados por los alcaldes a que los 25 MMC de la represa fueran destinados exclusivamente al valle de Tambo.
Si Yanapujio no estaba en agenda, como afirma Zenteno, era imprescindible que las autoridades lo dejaran claro en el acta, rechazando contundentemente las declaraciones de Manero o al menos señalando que no era parte de la discusión.
Finalmente, dicha acta solo fue firmada por seis autoridades locales correctamente identificadas, incluida la gobernadora Gutiérrez, y nueve rúbricas.
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