De acuerdo a una encuesta aplicada por el Instituto Peruano de Economía (IPE), en Arequipa el 52% de los hogares que se prestaron dinero lo hicieron a través de la modalidad del “gota a gota». Como se recuerda, este tipo de préstamo es un crédito informal que ha inundado el país y se caracteriza por las facilidades que ofrecen los prestamistas para entregar dinero sin tantos requisitos, y por los riesgos a los que se exponen las personas si no pagan lo acordado.
Gonzalo Manrique, economista senior del IPE en la región Arequipa, explicó que el porcentaje de hogares que accedieron a este tipo de préstamos, ‘gota a gota’, es superior al promedio nacional, que llega al 45%. Es decir, el departamento acumula un 7% más de préstamos bajo esta modalidad informal, que en su mayoría se cree que es otorgada por prestamistas extranjeros; pero según la encuesta, el 62% de estos prestamistas son de origen peruano y el 38% restante son foráneos.
También, de acuerdo a la encuesta, se extrajo que el monto promedio del préstamo que piden las familias arequipeñas es de aproximadamente S/1.100. Este monto ha ido descendiendo con los años, pues para 2022 la encuesta arrojaba que las sumas solicitadas alcanzaban los S/1.700, y años atrás los montos requeridos eran aún más grandes.
INTERESES
Gonzalo Manrique refirió que los resultados de la encuesta también han permitido conocer que los intereses por este tipo de préstamos son mucho más altos que en los créditos formales que ofrecen las entidades bancarias. Aproximadamente, los que acceden a estos préstamos terminan pagando más de 500% de interés anual.
Pese a esta alta tasa, Manrique señaló que las personas que optan por estos préstamos, según la encuesta, es porque tienen que pagar deudas y su primera opción, los bancos, por falta de requisitos, no les otorgan el dinero. En ese sentido, vale mencionar que estos comerciantes trabajan sobre todo en galerías y mercadillos que están ubicados en las principales plataformas comerciales de la ciudad.
Los problemas con esta modalidad de créditos surgen cuando los comerciantes se retrasan en sus cuotas y no cumple los plazos acordados. En este momento, los prestamistas inician con las advertencias y si pese a ello no hay una respuesta positiva, se da inicio a las amenazas.
Se han registrado casos donde los ciudadanos pagan sus deudas, pero los prestamistas les dicen que no se pagó la deuda total y que quedó un saldo que generó intereses que hacen una fuerte cantidad de dinero. Entonces, al negarse a pagar, empiezan las extorsiones.
En otros casos, se cancela el dinero, pero los delincuentes siguen prestando dinero (depósito a cuenta) sin que se lo pidan, a fin de ganar intereses.