Este martes se cumple el noveno día de bloqueos instalados por sectores afines a Evo Morales en Bolivia. En las primeras horas de la mañana, el reporte de transitabilidad de la Administradora Boliviana de Carreteras mostraba veinte piquetes, la mayoría de ellos en el departamento de Cochabamba y otros en Oruro y Santa Cruz, lo que inhabilita el tránsito entre el oriente y occidente del país.
Varios sectores están siendo afectados por la medida de presión y exigen acciones al Gobierno. El lunes hubo una movilización de organizaciones productivas y gremiales de Cochabamba que exigieron que en un plazo de 48 horas se levanten los piquetes, debido al impacto económico que están sufriendo, y advirtieron que si el conflicto se prolonga puede haber desabastecimiento de alimentos.
De igual manera, el sector productivo se declaró en emergencia y anunció que la campaña de verano está en riesgo. José Luis Farah, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), indicó en conferencia de prensa que “sin combustible no se mueve ni una máquina y el sector se para” y dijo que si no hay combustible no se podrá concluir la siembra este año.
Por otro lado, los transportistas del sector público han anunciado un paro en La Paz motivado por la escasez de combustible y en demanda del ajuste de las tarifas. La falta de diésel y gasolina en La Paz y otras ciudades del país, provocó largas filas en las estaciones de servicio y obligó a dictar horario laboral continuo hasta el jueves para reducir el flujo vehicular.
El Gobierno atribuyó el problema a un bloqueo en el norte de Chile que impidió temporalmente el paso de los camiones cisterna y a las movilizaciones del evismo, que tienen paralizado el eje troncal del país desde el 14 de octubre. En Cochabamba, solo está operando la mitad de la flota del transporte público por falta de diésel.
“Pedimos disculpas a la población, pero no podemos hacer nada más que esperar una solución para que trabajemos. Estamos durmiendo en las filas de los surtidores y trabajamos un día y al otro nuevamente a la fila”, manifestó el dirigente Moisés Albornoz, citado por el diario Los Tiempos.
La medida de presión surgió como una reacción ante la posible aprehensión de Evo Morales, investigado por un caso de trata de personas y estupro, que lo acusa de haber embarazado a una adolescente de 16 años cuando era presidente.
Las organizaciones sociales afines al líder cocalero también presentaron un listado de demandas que incluyen asuntos económicos, como resolver la carencia de dólares y combustible, y políticos, como la validación de un congreso del Movimiento Al Socialismo que ratificó a Morales como jefe del partido y lo proclamó candidato para las elecciones de 2025.