Alexandra y Gisela Palli Llanos han presentado una denuncia por presunta negligencia médica en el Hospital Manuel Núñez Butrón, luego de la muerte de su madre, Gumercinda Llanos, de 57 años.
La paciente fue hospitalizada en el servicio de Medicina B tras sufrir un ACV hemorrágico masivo e hipertensión arterial. Según la familia, Gumercinda, debido a su grave condición, debía haber sido trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) desde el principio, pero no se atendió la urgencia de su estado. La asistente de medicina interna, encargada de su caso, confirmó que la paciente debería haber estado en el servicio de neumología y, como solicitaba la familia, en UCI, dado que era una paciente joven.
La paciente ingresó a emergencias el viernes, pero la familia sostiene que la atención fue retardada. Relatan que, inicialmente, intentaron registrar a la paciente como NN debido a la falta de su DNI y que la atención no fue ni adecuada ni rápida, a pesar de que se encontraba inconsciente. La tomografía realizada el sábado reveló la gravedad de su condición, confirmando la necesidad de una UCI. Sin embargo, a pesar de que había camas disponibles, no se realizó el traslado a tiempo.
A lo largo de su hospitalización, la familia denunció que la interconsulta para neurología y cardiología no se concretó hasta varias horas después. Según indican, el doctor Cáceres, jefe del servicio de Medicina B, se negó a atender a la paciente debido a una confusión en la documentación, en la que se la había catalogado erróneamente como paciente oncológica. Esta equivocación, sumada a la falta de respuesta oportuna de los médicos, generó demoras significativas en la atención, agravando el estado de la paciente. A pesar de que el personal de SUSALUD intervino para gestionar la interconsulta, lamentablemente, Gumercinda falleció por un paro cardiorrespiratorio. Además, la familia denunció que durante el proceso fueron presionados para firmar un documento que autorizara la desconexión de su madre, lo que consideran inapropiado. A pesar de las explicaciones del personal médico, que argumentaron que las camas de UCI estaban al 100% de su capacidad, los familiares sostienen que el retraso en la atención fue crucial en la tragedia.