Tras revelarse que un funcionario de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Puno, habría coludido con la empresa FrigoInka para cambiar los resultados de un grupo de más de 20 estudiantes que resultaron intoxicados en marzo de este año en el distrito de Cabana (San Román) al consumir conservas entregadas por el Programa de Alimentación Escolar Qali Warma, el Gobierno Regional de Puno (GRP), desmintió cualquier tipo de encubrimiento.
Mediante un comunicado, el ente regional precisa que se ha dispuesto iniciar una investigación interna inmediata para esclarecer los hechos. Además que un equipo de control supervisará las acciones realizadas por Qali Warma.
«Reafirmamos que no toleraremos ninguna irregularidad o acto que atente contra la salud de los escolares y actuaremos con rigor para sancionar a los responsables, de acuerdo con la ley», añade el comunicado.