La Economía Espacial se refiere a todas las actividades y recursos que generan valor y beneficios para la humanidad a través de la exploración, investigación, comprensión, gestión y utilización del espacio.
Desde las comunicaciones por satélite y el turismo espacial hasta la investigación científica y la extracción de recursos de cuerpos celestes, la economía espacial está experimentando un crecimiento significativo. Se estima que podría alcanzar los $1.8 billones para 2035, impulsada por los avances en las tecnologías habilitadas para el espacio y la creciente participación de las empresas privadas en la exploración espacial.
En este contexto, Perú está dando pasos significativos para entrar en la economía espacial global. Con la construcción de su primer puerto espacial en Talara, Perú marca un paso crucial en sus ambiciones para participar activamente en el sector espacial global. Esta iniciativa refleja una tendencia más amplia en la que los países están pasando de programas espaciales dominados por el gobierno a modelos más diversificados y comercialmente impulsados.
Perú tiene una rica historia en el sector espacial, que se remonta a las primeras contribuciones en cohetes por figuras como Pedro Paulet. La creación de la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CONIDA) en 1974 sentó las bases para futuros desarrollos, aunque el progreso significativo ha sido más reciente.
Perú ha estado mejorando sus asociaciones internacionales, notablemente firmando un acuerdo de intercambio de datos espaciales con el Comando Espacial de los Estados Unidos. Esta colaboración tiene como objetivo reforzar las capacidades de Perú en el monitoreo espacial y la utilización de datos.
El desarrollo de satélites de monitoreo de la Tierra es otro aspecto crítico de las ambiciones espaciales de Perú. Estos satélites están destinados a ayudar a rastrear cambios ambientales, como la tala, los desastres naturales y las actividades mineras ilegales, contribuyendo así a los esfuerzos de desarrollo sostenible.
La participación de Perú en la economía espacial no se trata solo de avance tecnológico; también sirve como catalizador para la diversificación económica. Al aprovechar su programa espacial, Perú puede crear nuevas oportunidades de crecimiento e innovación, similares a las tendencias observadas en otros mercados emergentes.
En resumen, Perú se está posicionando como un jugador emergente en la economía espacial global, con proyectos ambiciosos y colaboraciones internacionales que prometen mejorar su panorama tecnológico y sus perspectivas económicas. Este es un futuro emocionante y prometedor, y está a nuestro alcance.
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Y como dice el Cholonauta “Recuerda con alegría siempre, mis bajadas y subidas, ¡siempre!” Y hoy que estamos espaciales te recomiendo “El cholonauta, La Luna, el cholo y su cohete” de “Los Terapeutas del Ritmo”.