Alrededor de las 2 de la mañana del 3 de octubre de 1968, el general del Ejército Peruano, Juan Velasco Alvarado lideró un golpe de estado que derrocó al presidente Fernando Belaúnde Terry.
Un día después de que Belaúnde Terry tomara juramento a su último gabinete, los tanques rodearon Palacio de Gobierno, sacaron al presidente y lo llevaron al aeropuerto Jorge Chávez para ser trasladado después a Buenos Aires, Argentina.
Durante su autodenominado Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, Velasco impulsó el Plan Ica, el cual buscó la distribución de la propiedad, la reforma del agro, la implementación de una comunidad industrial y la nacionalización de las industrias básicas como el petróleo, la pesca y la minería.
“Seguramente se han movido ambiciones para detener el régimen constitucional que presido. No puedo decir más porque me lo impide una elemental cortesía para con la Argentina y su Gobierno”, dijo en su momento Belaúnde Terry.