La comunidad de Carata también usará Vetiver para alimentación de ganado y producción artesanal, con asistencia técnica de la UNAJ.
Los comuneros de Carata, en el distrito de Coata, han comenzado con la siembra de plantones de Vetiver, una planta reconocida por su capacidad para descontaminar suelos y aguas. El objetivo principal es mitigar los efectos de la contaminación que afecta a la cuenca del río Coata, en la bahía del lago Titicaca.
El proyecto piloto denominado “Damos inicio a la descontaminación de la bahía del lago Titicaca ya la generación de ingresos familiares con ayuda del Vetiver en nuestra comunidad campesina de Carata”, es una iniciativa liderada por la comunidad, en colaboración con la Universidad Nacional de Juliaca (UNAJ), la Municipalidad Provincial de Puno, la Embajada Alemana, la Municipalidad Distrital de Coata, y la Universidad Nacional del Altiplano, entre otras entidades.
Durante las capacitaciones, el Ing. Agrónomo Alois Kennerknecht, especialista en Vetiver, resaltó que “esta planta ha sido utilizada exitosamente en la recuperación de áreas contaminadas en diversas regiones de Sudamérica, gracias a su habilidad para absorber metales pesados, soportar condiciones climáticas extremas y proteger la biodiversidad local. Por estas cualidades, se recomienda su implementación en zonas que enfrenten problemas similares”.
Ante los graves problemas de contaminación que aquejan a los pobladores de Carata, este proyecto piloto tiene como meta dar los primeros pasos para transformar la región en un modelo de sostenibilidad, no solo mejorando la calidad del agua y recuperando la biodiversidad, sino también generando nuevas oportunidades económicas. A través de la producción de alimentos para ganado y la elaboración de artesanías con las hojas de Vetiver, se busca fortalecer la economía local, en especial la de las mujeres y jóvenes.
El proyecto cuenta con el apoyo de autoridades locales, organizaciones no gubernamentales y expertos en medio ambiente de la Escuela Profesional de Ingeniería Ambiental y Forestal y la dirección de incubadora de empresas de la UNAJ, quienes realizarán un monitoreo constante de los resultados.
La Universidad Nacional de Juliaca también se ha comprometido a documentar los avances del proyecto con el fin de que pueda servir como modelo replicable en otras regiones afectadas por la contaminación.