El capitán Junior Augusto Izquierdo, conocido como «Culebra«, ha sido centro de controversia tras la difusión de conversaciones de WhatsApp que lo vinculan con el exministro Juan José Santiváñez. Estos mensajes, verificados mediante software forense el 26 y 27 de julio, han sido reconocidos como auténticos, incrementando la tensión entre las partes involucradas.
Según el abogado José Carlos Mejía, esta situación ha desencadenado una serie de procedimientos disciplinarios contra Izquierdo, incluyendo acusaciones adicionales de consumo de cocaína basadas en un video de TikTok, que la defensa califica de tendencioso y difamatorio.
La situación se complica con las regulaciones recientemente impuestas por la Policía Nacional, que exigen que cualquier declaración de un miembro del cuerpo ante el Congreso sea previamente autorizada por el ministro del Interior.
Esta medida ha sido denunciada por Mejía como inconstitucional, argumentando que va en contra de los mandatos constitucionales que obligan a cualquier ciudadano citado por el Congreso a comparecer sin restricciones previas.
El escenario actual representa un conflicto de intereses significativo, particularmente porque Santiváñez, también bajo investigación, tendría influencia sobre la aprobación de las declaraciones de Izquierdo ante el legislativo. Además, la coincidencia de la citación de Izquierdo para una diligencia indagatoria con su convocatoria al Congreso sugiere una posible obstrucción, según la defensa.
En este contexto de acusaciones cruzadas y restricciones legales, Mejía y su patrocinado aguardan la evaluación de una pericia pendiente sobre una grabación de una reunión entre Izquierdo y Santiváñez, que podría arrojar más luz sobre este complicado entramado de poder y legalidad.