Durante una visita oficial a Juliaca, en Puno, Rafael López Aliaga, alcalde de Lima, fue agredido por un grupo de manifestantes que expresaron su descontento con su presencia en la región.
El empresario, en declaraciones posteriores, responsabilizó a simpatizantes de Verónika Mendoza por el ataque, afirmando que estos individuos no actuaron espontáneamente.
El burgomaestre afirmó tener identificadas a doce personas involucradas en la agresión, cuyas identidades fueron proporcionadas por su equipo de seguridad.
A pesar del incidente, López Aliaga reafirmó su compromiso con la región de Puno, subrayando que su mensaje político se basa en el amor y la reconciliación, y aseguró que continuará trabajando por el bienestar de los más necesitados.