La Municipalidad de Puno intervino días atrás cantinas que funcionaban en la segunda cuadra del Jirón Lambayeque donde inclusive se colocaron bloques de concreto y soldaron las puertas.
Luego un ciudadano aduciendo ser inquilino de uno de los predios presentó un recurso de Habeas Corpus ante el Poder Judicial de Puno porque supuestamente habían clausurado el acceso a su habitación.
El juez declaró fundado en parte su pedido y ordenó a la municipalidad que reabran el establecimiento clausurado.
Esta vez los vecinos han denunciado que en uno de estos locales funcionaría un prostíbulo clandestino ante la falta de mano dura de las autoridades y gracias a una resolución judicial que permite que sigan abriendo impunemente.