«Las inscripciones de un elemento en la lista representativa de patrimonio de la humanidad, no constituyen el reconocimiento de una práctica exclusiva o de la denominacion de origen», volvió a responder la Unesco, tras la carta enviada por la Organización Boliviana de Defensa y Difusión del Folklore (Obdefo), que reclama como suyas la diablada, morenada y llamerada.
La Unesco añade que, de acuerdo con las normas de la Convencion de 2003, se entiende por patrimonio cultural inmaterial, los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural; es decir, expresiones y manifestaciones que se transmiten generacionalmente.
Mediante un oficio de la Oficina Desconcentrada en Puno del Ministerio de Relaciones Exteriores, se da cuenta que dicha carta no tiene ningún asidero, además que no fue suscrita por autoridades bolivianas.
El director de Relaciones Interinstitucionales del Colectivo Periodistas Solidarios, quien solicitó información sobre dicha carta, señaló que las pretensiones de Obdefo no son coherentes y han sido descartadas por completo.
«Se trata de un pequeño grupo que no itene el respaldo del Estado boliviano», dijo, al tiempo de indicar que las danzas y otras costumbres, son herencia de los pueblos prehispánicos y virreinales que tuvieron origen común cuando no existíamos como República.
Ante ello, no descartó un trasfondo político.