Hostigamiento, malos tratos, ambiente laboral bastante tenso, falta de insumos y equipos de protección personal denunciaron trabajadores del Terminal Terrestre de la ciudad de Puno.
Los trabajadores temen represalias y refieren que desde la actual gestión de la gerente Maritza Parillo Rivera, quien asumió funciones hace aproximadamente un año, el ambiente laboral ha cambiado.
«No nos dejan trabajar en paz, más antes no era así, no hay ni lapiceros, tampoco guantes. Si mencionamos algo, ya estamos mal mirados», dijo una de las trabajadoras, de quien guardaremos su nombre en reserva por temor a represalias.
A ello se suma la poca cantidad de insumos que recibirían; por ejemplo, para los servicios higiénicos. Una botella de cloro de aproximadamente un litro tiene que durar una semana, ante ello, los mismos trabajadores son los que compran dicho insumo, a fin de no ser hostigados por sus superiores.
Otra queja es respecto al número de personal, si antes se tenía un recaudador, un almacenero y un abogado, ahora ese número se habría triplicado, con asistentes y personal de apoyo.
FALTA DE AGUA
Resulta que la falta de agua por una semana no era problema de EMSA Puno, sino un tercero del mismo terminal había cerrado la llave, ello originó mayores conflictos.