Tras un operativo realizado por fiscalizadores municipales acompañados de serenazgo, se intervino en varias cantinas que funcionaban en el barrio Mañazo de la ciudad de Puno.
Los vecinos, quienes denunciaban constantemente escándalos e inseguridad, aprovecharon la clausura de estos locales para sacar los muebles y licores del interior de los establecimientos y quemarlos en medio de la calle.
Además, los vecinos informaron que han sido amenazados por los dueños de estos antros.