La subgerencia de Fiscalización del municipio de Gregorio Albarracín y personal de patrullaje integrado clausuraron de manera definitiva dos cantinas clandestinas que retiraron los papelotes de clausura temporal para seguir atendiendo. El operativo se desarrolló la noche del lunes primero en la cevichería «El Calamar», ubicada en la asociación de vivienda Las Palmas.
El local cambiaba su giro comercial de restaurante para convertirse en una cantina sin autorización por las noches. Tras ser clausurado la semana anterior, fiscalizadores filmaron a mujeres sospechosas ingresando y saliendo el 28 de julio.
La diligencia continuó en un bar ubicado en la asociación de vivienda Alfonso Ugarte, Mz. 116, lote 8, que también funcionaba con fachada de cevichería a pocos metros del parque del Niño.
El local no contaba con licencia de funcionamiento ni certificado de inspección técnica en seguridad de edificaciones (ITSE).
Los trabajadores ediles colocaron grandes bloques de concreto frente a las puertas para evitar la atención de clientes y procedieron con las clausuras definitivas.