Debido a los conflictos sociales latentes, la región Puno continúa en un preocupante estado de recesión económica, a diferencia de otras regiones del sur del Perú que muestran signos de recuperación, así lo señaló el economista Erick Chiquitapa, de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
Según Chiquitapa, regiones como Arequipa y Cusco han experimentado un crecimiento significativo en su Producto Bruto Interno (PBI) después de la pandemia, mientras que Puno muestra un ritmo de crecimiento muy lento.
Destacó que el PBI de Puno se ha reducido de 19 millones en 2022 a 18 millones en 2023, en comparación con las cifras de 2019.
«En Puno hay un proceso de recesión, de retroceso en términos de los ingresos por persona», dijo.
El ingreso anual per cápita en Puno es de aproximadamente 15,000 soles, menos de la mitad del de Arequipa, que alcanza los 34,000 soles.
Señaló que los principales sectores económicos de Puno, como la minería (oro y estaño), la producción agropecuaria, acuícola y de quinua, han sido afectados severamente a causa de la pandemia y conflictos.