Cada 21 de julio se celebra el Día Mundial del Perro, creado para concienciar sobre el abandono de estas mascotas y promover las adopciones. Se trata del animalito más allegado a las familias y cuya presencia en el hogar ayuda al desarrollo integral del niño y genera beneficios positivos a la salud familiar.
Isabel Ángeles Cruz, psicóloga del departamento de Psicología Integral del centro médico Flebocenter, asegura que la interacción de un niño con un perro permite un alto desarrollo físico, emocional, social y cognitivo en el menor, la cual no se consigue con ninguna otra mascota.
“El perro proporciona un natural impulso por correr, saltar y realizar actividades en movimiento. Sacarlo a pasear, pasear con él en el parque, jugar a la pelota, son formas naturales de lograr el desarrollo físico del niño. Además, lo aleja de actividades sedentarias dentro de casa, como entretenerse con el celular de los padres o estar mucho tiempo frente al televisor o la computadora”, indica la especialista.
Agregó que, en el ámbito emocional, a medida que crece el niño, va desarrollando su autoestima, confianza en sí mismo y el sentido de la responsabilidad.
“Estos aspectos denotan cuando el menor se hace cargo gradualmente de la alimentación, la limpieza y el cuidado integral de su mascota”, subrayó.
Con respecto al desarrollo social, un perro es un gran puente socializador y un poderoso imán de atracción entre los niños, sostuvo la especialista.
Cinco beneficios de tener un perro en casa:
1. Aumenta el lado positivo. La interacción y el amor recibido de un perro ayudan a las personas a mantenerse positivas.
2. Alegra al corazón y genera felicidad. Acariciar a un perro reduce la frecuencia cardiaca, la presión arterial y alegra la vida.
3. Reduce el nivel de ansiedad y depresión. Convivir con un perro permite mejorar la empatía con el entorno y ante un problema ayuda a sentirnos que no estamos solos.
4. Invita a realizar actividad física. Los perros necesitan correr, pasear y jugar a diario, lo que obliga a mantenernos activos.
5. Disminuye el estrés. Un perro ayuda a desconectarse del trabajo y a evadir los problemas que se presentan al día.