El Apumallku del Consejo de Autoridades Originarias, Mallkus, Jilaqatas y Mama Tallas de la región Puno, Leopoldo Quispe, rechazó las declaraciones del ministro del Interior, Juan José Santiváñez Antúnez, quien textualmente dijo: «Desde que se lance la primera piedra, la Policía va a actuar”, mostrando clara advertencia ante el inicio de protestas. Quispe considera ello como una amenaza inaceptable hacia la población.
Destacó el derecho legítimo del pueblo a manifestarse pacíficamente, denunciando la presencia de infiltrados en protestas anteriores, estos agentes provocadores, distintos en apariencia a los manifestantes locales, buscarían generar disturbios para justificar la represión policial.
Precisó que el malestar ciudadano se debe principalmente a la falta de justicia por las muertes ocurridas en protestas previas y a la percepción de un Congreso deslegitimado.
Ante el anuncio de nuevas movilizaciones, confirmó que una delegación del Consejo de Autoridades Originarias viajará a Lima para participar en las protestas de este mes. Su objetivo no es generar disturbios, sino respaldar las demandas del pueblo puneño en la capital.
RECHAZAN A SUBPREFECTOS
El líder originario también abordó la controversia en torno a las subprefecturas y reveló que han desconocido la autoridad de estos representantes. Esta postura se ha replicado en varios distritos de Puno, donde se rechaza la presencia de autoridades vinculadas al Gobierno central.
Finalmente, reafirmó la posición unánime de la región Puno: el rechazo a un gobierno que consideran ilegítimo y «manchado de sangre». Las autoridades originarias se niegan a representar a la actual presidenta, argumentando que hacerlo significaría traicionar al pueblo oprimido y ser cómplices de la situación actual del país.