Colombia vapuleó 5-0 a Panamá en el State Farm Stadium de Glendale (Arizona) y se clasificó a las semifinales de la Copa América. Ahora enfrentará a Uruguay, que en la última llave de cuartos de final eliminó a Brasil.
El conjunto dirigido por el argentino Néstor Lorenzo golpeó de entrada a los 8′ con un cabezazo de Jhon Córdoba, que venía de tener buenas participaciones en la fase de grupos, a la salida de un tiro de esquina proveniente desde la derecha en los pies de James Rodríguez.
Apenas un rato más tarde, al cuarto de hora del match, Jhon Arias se echó a correr como extremo izquierdo, se metió en el área y llegó a puntear la pelota antes de ser interceptado por el arquero Orlando Mosquera, quien lo derribó. El juez pitó penal y, luego de la revisión de un VAR que ratificó la sanción, James Rodríguez no falló desde los 12 pasos. Apenas un rato antes, José Fajardo había desperdiciado lo que podría haber sido el empate parcial.
Los panameños volvieron a responder con una situación clara a los 20′: Edgar Bárcenas ejecutó una infracción recostado sobre la banda izquierda y su gran centro fue conectado de cabeza por Roderick Miller, que estrelló la pelota en el palo y obligó a la reacción intuitiva de Camilo Vargas, que a gatas pudo tirar un manotazo sobre la línea para evitar el descuento del rival. Pudo haber sido el 2-1 parcial.
URUGUAY JUGARÁ LAS SEMIFINALES
La Celeste se repuso a la expulsión de Nahitan Nandez promediando el segundo tiempo, defendió el empate para extender la definición a los penales y su arquero, Sergio Rochet, fue la gran figura tapando la ejecución de Éder Militão sumado a que el disparo de Douglas Luiz fue rechazado por el palo. Los vencedores aseguraron la victoria en su última pena máxima gracias a la pegada de Manuel Ugarte.
La ausencia de ocasiones de peligro fue un denominador común a lo largo del complemento y la igualdad obligó a desempatar desde la vía de los penales. Uruguay tuvo que aferrarse a esa opción a partir de la expulsión de Nahitan Nandez y el entrenador Marcelo Bielsa sorprendió porque sacó a Darwin Núñez para acomodar la última línea dejando en el banco a Luis Suárez.