Ante la demanda presentada por la Organización Boliviana de Defensa y Difusión del Folklore (Obdefolk) ante la Unesco en contra de la Festividad Virgen de la Candelaria, por la supuesta difusión de danzas bolivianas como propias y un cambio a la historia de estas manifestaciones culturales, la vicegobernadora regional de Puno y presidenta del Comité de Salvaguardia de la Festividad Virgen de la Candelaria, Eladia Margot De La Riva Valle, anunció días atrás que el objetivo es evaluar las acciones a tomar frente a la amenaza de protesta internacional por parte de representantes de Oruro, en Bolivia, quienes acusan a la región Puno de plagiar sus danzas.
De La Riva Valle defendió la autenticidad de las danzas puneñas, afirmando que la diablada tiene sus raíces en Juli.
Destacó que la modernización de las danzas en otros lugares no implica su apropiación, rechazando con ello la intención del vecino país.
LA RESPUESTA
Por su parte, Napoleón Gómez Silva, presidente de la Obdefolk, mencionó en su momento que el reclamo se envió como respuesta a miles de voces dentro y fuera del país que reclamaron el plagio y piden que se reconozcan los bailes originarios de Bolivia.
Además, la queja contempla la declaratoria como patrimonio nacional que emitió el Gobierno de Perú sobre la Diablada, Morenada y la Llamerada, danzas que consideran bolivianas.