En el distrito de Cerro Colorado, el personal asistencial del Centro de Salud Maritza Campos Díaz, en Zamácola se enfrenta a condiciones extremas debido a fallos recurrentes en el suministro eléctrico.
La situación alcanzó un punto crítico el pasado lunes 24, cuando el personal médico tuvo que intervenir con la luz de sus teléfonos celulares para atender a una paciente envenenada, tras un corte de energía prolongado y un generador averiado desde hace dos meses. La falta de una respuesta inmediata podría haber comprometido gravemente la vida de la mujer.
Narvy Vásquez, jefa de la microrred, indicó que los apagones frecuentes son causados por cables eléctricos demasiado delgados, lo que llevó a daños significativos en equipos como generadores, computadoras y paneles de luz. A pesar de los informes reiterados a Seal, hasta la fecha no reciben una respuesta satisfactoria para resolver estos problemas.
Los reportes sobre el mal funcionamiento del generador han sido también dirigidos a la Gerencia Regional de Salud (Geresa), sin obtener medidas correctivas adecuadas. Además, las solicitudes para reemplazar las ambulancias obsoletas han sido ignoradas, obligando a los médicos a costear las reparaciones con recursos propios, debido a la falta de acción por parte de la Geresa.
La situación se extiende a otros establecimientos. Por ejemplo, el Centro de Salud de Ciudad Municipal enfrenta problemas críticos de infraestructura, incluyendo un sistema de desagüe colapsado, cañerías dañadas y filtraciones en paredes y techos, sin recibir atención por parte de las autoridades.