Llegó deportado a territorio peruano Alejandro Sánchez Sánchez, investigado por los delitos de organización criminal y otros, en agravio del Estado y la sociedad; como parte del caso ‘Asesores en la sombra’, vinculado con el expresidente Pedro Castillo Terrones.
El vuelo chárter arribó al Grupo Aéreo n.º 8, con 150 deportados, a las 14:10 horas. La fiscal Naomi Bustillos, del Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción del Poder, se encuentra en el lugar para garantizar que se cumplan con los protocolos correspondientes.
La fiscal Marita Barreto había anunciado previamente esta operación, que culminó con la llegada de Sánchez al grupo aéreo número ocho en horas de la tarde.
Sánchez, conocido por su asociación con el gobierno de Castillo y su implicación en un presunto organigrama de corrupción, fue arrestado en la frontera entre México y Estados Unidos después de varios meses prófugo.
Vestido con un jean, polera gris y chaleco de detenido, Sánchez descendió del avión custodiado por oficiales norteamericanos y peruanos.
Su retorno fue gestionado por la Policía y autoridades judiciales peruanas, luego de que se le negara el asilo político en Estados Unidos.
A las 15:03, Sánchez Sánchez salió de las instalaciones resguardado por cuatro camionetas con destino la sede del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses en el jirón Raymondi en el Centro de Lima.
Equipos de prensa lo aguardaban en los exteriores, donde registraron su ingreso a bordo de un vehículo plateado de Requisitorias. En el interior pasará por una serie de exámenes para luego ser trasladado a la sede nacional del Poder Judicial en el jirón Tacna.
Prisión preventiva
Se le acusa de formar parte de una organización criminal que operaba durante el gobierno de Castillo, distribuyendo licitaciones y obras públicas de manera irregular.
Sánchez enfrenta cargos por organización criminal, tráfico de influencias, colusión y encubrimiento personal, con el fin de obtener ganancias ilícitas.
A su llegada, una ambulancia verificó su estado de salud antes de ser trasladado a custodia policial y judicial. El empresario será sometido a controles de identidad y salud antes de ser ingresado a prisión preventiva, la cual se contabilizará desde su detención en Estados Unidos.