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La Tía María

Tia Maria

Tia Maria

Esta semana le he pedido que me dé una mano con esta columna a mi “tocayo”, Felipe Navarro. Excelente persona, gran amigo, integro, ético y de quien siempre aprendo mucho. Es importante recalcar que la mayoría de las veces nuestras ideas no coinciden y creo que es eso lo que ha enriquecido mucho nuestra amistad de más de 26 años. Y, aunque no coincidamos, nunca perdemos el respeto.

Hoy nuestra intención, es que esta columna escale a algo así como un tanque de pensamiento en donde expertos puedan proponer sus diferentes ideas y visiones.

Tía María, el dilema de la inversión minera, el desarrollo y la ecología

Por: Felipe Navarro Llosa

Southern ha anunciado que «Tía María va» y prevé iniciar obras a fines de este año o en el transcurso del 2025, producto del avance del dialogo con los habitantes del valle del Tambo, zona de influencia del proyecto.

Soy parte de quienes consideran que la inversión minera es crucial para el desarrollo del país, pero no a cualquier precio. He visitado decenas de operaciones mineras durante los años que trabajé en servicios vinculados al sector y he visto con mis propios ojos operaciones que son un ejemplo de minería responsable y moderna (como Quellaveco y Antamina) hasta otras que quisiera olvidar.

Es innegable el impacto económico que tiene la producción de metales en el Perú y aceptarnos como un país minero es fundamental para producir recursos que impulsen el desarrollo.

Considero que debe existir desde el estado políticas claras de promoción de la inversión que agilicen la exploración y puesta en marcha de nuevos proyectos, pero que además consoliden aquellos que tienen años esperando como Galeno, Conga y por supuesto, Tía María.

El hecho de que se anuncie su pronta construcción y puesta en marcha es una excelente noticia; pero es fundamental que los órganos de control cumplan su parte, no con el espíritu obstruccionista de siempre, sino con la finalidad de ayudar a las empresas mineras a llevar a cabo operaciones seguras y que respeten las normas y tratados ambientales y sociales.

En el caso de Southern, lamentablemente su reputación le antecede, pero trabajando de la mano con entidades como Osinergmin, Tía María es la oportunidad perfecta para el lavado de cara reputacional.

No se puede dejar de lado el factor social ni ambiental al momento de llevar adelante operaciones extractivas y para ello el uso de tecnología de punta puede ser la solución. Como ejemplo un botón, existe ya maquinaria pesada para minería que utiliza energía renovable e inclusive vehículos que se operan remotamente, disminuyendo los riesgos humanos y ambientales de la operación.

Hoy se controlan las emisiones y niveles de contaminación a través de drones especializados.
La innovación tecnológica debe y tiene que ser parte de la nueva minería que deje en el olvido las formas arcaicas de operar que se han visto en antiguas minas que justifican estos métodos en los márgenes de utilidad.

Hay que poner el beneficio del Perú primero y ello pasa por respetar y beneficiar a su gente, respetar el medio ambiente y buscar hacer negocios que no tengan como prioridad absoluta la utilidad financiera.

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