China inició este jueves dos días de ejercicios militares alrededor de la isla de Taiwán como «fuerte castigo» por «los actos separatistas» en este territorio tras la investidura de un nuevo presidente detestado por Pekín.
El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que había detectado 49 aviones chinos en el marco de las maniobras de Pekín, «de los cuales 35 cruzaron la línea media«, en referencia a la línea que divide el estrecho de Taiwán, situado entre la isla y China continental.
Considerado por las autoridades comunistas como un «peligroso separatista«, Lai Ching-te asumió el lunes como presidente con un discurso en el que celebró la democracia de Taiwán e instó a China a «cesar su intimidación política y militar».
China, que reivindica su soberanía sobre esta isla gobernada separadamente desde 1949 y que nunca ha descartado el uso de la fuerza para tomar su control, denunció sus palabras como una «confesión de independencia».
Las maniobras empezaron el jueves temprano con el despliegue de aeronaves y barcos militares «alrededor de la isla de Taiwán», anunció el Ejército Popular de Liberación de China.
Estas maniobras son una «advertencia seria» dirigida a los «independentistas» de la isla, que acabarán «ensangrentados«, señaló un portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin.
Las autoridades taiwanesas respondieron de inmediato y movilizaron sus fuerzas marítimas, aéreas y terrestres. «Continuaremos defendiendo los valores de la libertad y la democracia», aseguró el presidente Lai.
En coordinación con el ejército, la Guardia Costera de Taiwán desplegó su flota para «monitorizar los movimientos en las aguas marítimas circundantes» y defender «la soberanía y la seguridad del país con una actitud firme».
Taiwán desplegó cuatro aviones de combate desde la base de Hsinchu, a unos 60 km al suroeste de Taipéi. Mientras que China realiza los ejercicios «se desarrollan en el estrecho de Taiwán, al norte, al sur y al este de la isla de Taiwán», informó la agencia oficial de prensa china Xinhua.