Al menos 28 gazatíes fallecieron el viernes después de que un misil israelí impactara contra la vivienda en la que se disponían a celebrar Eíd al Fitr, o la ruptura del ayuno tras el mes de Ramadán, en una jornada de intentos ataques tanto en ciudad de Gaza, norte, como en el campamento central de Nuseirat.
Mientras tanto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó que su país está «hombro con hombro» con Estados Unidos tras reunirse este viernes con el jefe del Comando Central estadounidense (CENTCOM, en inglés) el general Michael «Erik» Kurilla, en la base militar de Hatzor, centro de Israel, donde abordaron los preparativos en caso de un ataque iraní que podría desencadenar «una escalada regional».
Este encuentro se produce cuando Israel se prepara para un posible ataque desde Irán en represalia por el bombardeo de la embajada iraní en Damasco, el pasado 1 de abril, en el que murieron siete guardias revolucionarios iraníes.
Esta tarde el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reunió para realizar una evaluación de la situación de seguridad con Gallant, así como con el ministro Benny Gantz y otros altos funcionarios de Defensa, pero se desconocen hasta el momento más detalles.
Según informó a EFE Mahmud Busal, el portavoz de los equipos de defensa civil en el enclave palestino, independientes de Hamás, además de los 28 muertos, entre ellos cinco niños y cinco mujeres, una treintena de personas resultaron heridas en el bombardeo aéreo contra la vivienda de la familia Tabatibi, en el barrio de Daraj de ciudad de Gaza.
«Las últimas semanas de ataques israelíes han sido una epifanía de masacres, desde el ataque en el mercado Firas ayer -que dejo 10 muertos y heridos- al ataque de hoy contra esta vivienda que refugiaba a varias familias», dijo Busal, que describió el edificio bombardeado como «un matadero» ya que se encontró restos de cuerpos de las víctimas y miembros amputados.