La presidenta Dina Boluarte no viajará durante las festividades en honor a la Virgen de la Candelaria, así lo informó el premier Alberto Otárola, quien aclaró que ni la mandataria ni su persona dijeron que lo haría.
Como se sabe, las últimas dos semanas los deudos de los fallecidos en protestas en la región Puno, que alcanzan los 27 entre abatidos, un policía quemado y ahogados (Juliaca 18, Macusani 2 e Ilave 7), han exigido que ni la mandataria ni ministros serán bienvenidos. Los propios familiares de los asesinados y dirigentes de la región han advertido que de hacerlo sería tomado como una provocación y podría “generar caos” y “más derramamiento de sangre”.
“(Ella) va a viajar a todo el país, no tiene ninguna restricción de hacerlo, pero nunca dijimos que iba a ir a la fiesta de la Candelaria o que se había puesto en concreto una fecha para este viaje. Creo que (la fiesta de la Candelaria) va a ser exitosa y vamos avanzando a la reconciliación nacional”, confirmó el jefe de Gabinete, Alberto Otárola, después de participar en el Consejo de Ministros.
“Como jefa de Estado tiene la obligación de coordinar con todas las autoridades; por ejemplo, hoy ha estado reunida con ocho gobernadores regionales y también con los alcaldes de todo el país”, agregó en la misma rueda de prensa sin ahondar en detalles.
La semana pasada, después de que Boluarte fuera agredida durante una visita a Ayacucho, el ministro Juan Carlos Mathews deslizó que continuaría con sus visitas a otras regiones, entre ellas Puno, donde ocurrió la jornada más sangrienta de las manifestaciones hace un año, ya que solo el 9 de enero fueron asesinadas 17 personas y al día siguiente quemaron a un policía; el 18 de ese mismo mes abatieron a otros dos en Macusani; el 20 de enero la Policía mató a un aymara; y el 5 de marzo murieron ahogados 6 soldados luego que sus oficiales les ordenaran cruzar un caudaloso río con sus pesadas mochilas y armamento.