El último día de labores escolares se convirtió este viernes en una ocasión que fue celebrada de distintas formas por estudiantes de la ciudad. Una de las muchas tradiciones fue el famoso chapuzón en una de las fuentes de agua de la avenida Leguía, donde estudiantes de quinto grado del nivel secundario de diversas instituciones educativas compartieron momentos de alegría y nostalgia.
Cerca de las 11:00 horas el Paseo de las Aguas y sus alrededores recibieron la visita de cientos de estudiantes que se despedían de su etapa escolar jugando con pintura y escribiendo mensajes en las camisas y polos de sus compañeros, con quienes quizá en el futuro no se vuelvan a reencontrar.
En otro escenario se observó cómo los adolescentes empapaban los uniformes y buzos de sus amigos valiéndose de cualquier objeto que encontraban en su camino, como botellas, pistolas de agua, baldes y mangueras que servían para el riego de las áreas verdes.
Los menores no pudieron esconder las lágrimas al dar quizá su último abrazo a quienes consideran como hermanos que los ayudaron a formarse como personas durante tantos años.
La significativa actividad, que robó la atención de transeúntes y turistas, reunió a alumnos de colegios del cercado y los conos norte y sur, entre los que figuraron los planteles Francisco Antonio de Zela (FAZ), Coronel Bolognesi, Modesto Basadre, Champagnat, Guillermo Auza Arce y otros.
Una de los instantes más conmovedores de la jornada fue el que protagonizaron estudiantes del quinto grado B del nivel secundario del colegio FAZ, de donde egresarán más de 300 estudiantes este año.
«Nos hemos dado las palabras finales y serán recordadas para la eternidad. La meta que tenemos es de ingresar a la universidad o ingresar a alguna carrera técnica», expresó una estudiante.