La niña de iniciales Q.M., de 13 años, con retardo mental, quedó embarazada producto de una violación sexual cuyo agresor continúa libre como si nada pasara y sería de su propio entorno familiar.
Lo preocupante es que a raíz de la gestación a su corta edad, la vida y salud de la menor están en riesgo, por lo que solicitan que se realice un aborto terapéutico por varios factores. Sin embargo, hay barreras legales y sociales por ser un caso muy sensible en la sociedad.
LA VÍCTIMA
El penoso caso del embarazo infantil se da en la provincia de Carabaya, en donde la niña a quien llamaremos “Yuliet”, tendría un poco más de 17 semanas de gestación aproximadamente.
En primera instancia la víctima fue evaluada en el hospital San Martín de Porres de Macusani, en donde se descubrió y confirmó que la niña con retraso mental quedó embarazada luego ser víctima de violación sexual.
Por ello, el 10 de noviembre de 2023, el Departamento Gineco Obstetricia solicitó que se hiciera una junta médica para atender con urgencia el caso de “Yuliet”, respaldándose con la base legal y penal según la “Guía de práctica y clínica y procedimientos para la atención del aborto terapéutico” del Ministerio de Salud.
JUNTA MÉDICA
Tras realizarse la primera junta de médicos especialistas del hospital de Macusani, acordaron que la agraviada sea transferida al Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP) de Lima, para que sea reevaluada por otro equipo de médicos con rigurosidad.
No obstante, tras comunicarnos vía celular con el director de la Red de Salud de Carabaya, Carlos Alberto Gallegos Gallegos, refirió que este susceptible caso de “Yuliet” sería reevaluado nuevamente por el hospital Regional Manuel Núñez Butrón de Puno.
LOS RIESGOS
Según los especialistas, el cuerpo de “Yuliet” no está preparado para concebir y podría afectar gravemente su salud mental, y habría riesgo de muerte al momento del parto, además, a ello se suma la condición mental y económica que tiene la víctima de 13 años.
GUÍA TÉCNICA
Los médicos hacen referencia que para decidir la interrupción del embarazo en niñas víctimas de violación sexual, la menor debe ser diagnosticada en todos los aspectos físicos, psicológicos y emocionales.
Asimismo, según la “Guía Técnica Nacional para la estandarización del procedimiento de la Atención Integral de la Gestante en la Interrupción Voluntaria por Indicación Terapéutica del Embarazo Menor”, la gestante debe tener menos de 22 semanas de embarazo.
PRIMER CASO
Tras una lucha legal, el 12 de agosto del presente año, la junta especial del Instituto Nacional Materno Perinatal, por primera vez aprobó la interrupción del embarazo de ‘Mila’, una niña de 11 años natural de Iquitos (Loreto), quien fue ultrajada desde los 6 años.