Luego de un operativo conjunto de las autoridades se logró la clausura de dos cantinas clandestinas que funcionaban impunemente representando un riesgo al vecindario por los constantes escándalos e inseguridad que provocaban en la zona.
EBRIOS POR DOQUIER
Un representante de la Fiscalía de Prevención del Delito de Puno, acompañado de fiscalizadores municipales y personal de Serenazgo irrumpieron en dos locales que funcionaban como cantinas, una de ellas en la primera cuadra del jirón Víctor Echave, donde con la fachada de tienda de abarrotes expendían bebidas alcohólicas en la vía pública a plena luz del día, varios de los ebrios fueron desalojados y se procedió a la clausura del establecimiento.
Luego se dirigieron a otro local similar en la segunda cuadra del jirón Juli, donde varios de los parroquianos intentaron agredir a los serenos en medio de la intervención; debido a la situación de tensión, los ebrios fueron trasladados a la Comisaría Central.
En ambos casos, además de la clausura, se procedió en las puertas de estas cantinas a soldar las para evitar que reabran con facilidad.