Las principales calles del distrito de Villa El Salvador (Lima) se convirtieron en un loquerío de danza y folklore, y por algunas horas, se asemejaron a las arterias del altiplano puneño.
Y es que ayer, los residentes de los distritos de Conima y Tilali, hicieron un paréntesis en sus ajetreadas jornadas para dar vida a la festividad en honor a San Miguel Arcángel, su santo patrono y al que veneraron con devoción tanto aymaras como quechuas.
Las celebraciones se habían iniciado el viernes en la noche, con el cambio de atuendo a la sagrada imagen y casi a la medianoche, una singular serenata que se prolongó algunos momentos tras un obligado ritual a la pachamama. Ayer desde la madrugada se reanudaron los festejos con la salva de 21 camaretazos que despertaron el frenesí, tal como ocurre en el altiplano.
A las 07:30 se realizó una misa de fiesta en una capilla ubicada en la floreciente avenida César Vallejo, lugar adonde el 5 de febrero de 1985 arribara el papa Juan Pablo II, (entonces era un arenal, el pueblo joven más grande de la capital, asediado por el fantasma del terrorismo y la pobreza extrema).
COMENZÓ EL FRENESÍ
Al promediar las 09:00 horas, esa avenida situada en el corazón de Villa El Salvador advirtió un bullicio contagioso. Era el inicio de la parada folklórica, con la participación de una docena de conjuntos de danzas, entre sikuris, morenadas y llameradas.
Las danzas, acompañadas con sus respectivas bandas de música, algunas provenientes de Puno, surcaron las calles de ese populoso distrito, por el Parque Industrial que muchos de ellos hicieron crecer, hasta la avenida Separadora, en la parte baja.
SANTO IMPLACABLE
Cuentan los devotos que San Miguel Arcángel es un santo muy generoso pero implacable. Capaz de cumplir los más ambiciosos deseos y también duro castigador a quienes obran mal. La sagrada imagen del santo con alas fue colocada frente a la casa de los alferados Camilo Arnao y Liz Apaza, a donde todos los conjuntos lo veneraron.
Terminada la parada se realizó la presentación de los conjuntos en un complejo deportivo del lugar, a donde se anunciaban una decena de orquestas musicales, bailes y festejos que se extienden hasta hoy.
EMPRENDEDORES
Wilder Arivilca Poma, es uno de los tantos devotos del temible santo, y nos narra que sus padres colonizaron Villa El Salvador en los momentos más duros que vivía el país.Con sacrificio han mejorado sus estatus y ahora, con sus paisanos mueven uno de los pistones de la economía peruana.
El Parque Industrial de Villa El Salvador está atestado de pequeñas empresas y otras grandes manufacturas. Las manos laboriosas del poblador altiplánico y de otras regiones, fabrican muebles y toda clase de prendas, para la capital y el resto del país.
CLANES FAMILIARES
Como suele suceder en algunos lugares que los puneños colonizaron y conquistaron, en esta parte del país no ha sido la excepción. Por ejemplo, el tronco de la familia Arivilca creó hace tres décadas la Morenada 29 de Setiembre, y es integrada por los descendientes de esa matriz sanguínea.
Lenin Aquise Arivilca, nacido también en Conima, nos cuenta que ese monopolio ahora se ha flexibilizado pues han permitido que dancen sus trabajadores venezolanos. Lo mismo han hecho las demás agrupaciones que acogen a los extranjeros que se suman a la fuerza laboral en sus empresas.
Esta singular fiesta se desarrolló haciendo un alto total. Las mypes paralizaron y le dedicaron un día a su santo patrono, con la seguridad de que les devolverá 364 días de porvenir y más oportunidades para el futuro.