La provincia Tarata celebró este viernes su 98 aniversario de reincorporación a la heredad nacional y lo hizo recordando que en todos estos años fue postergada y relegada por las autoridades, sobre todo del gobierno central, más aún si se compara con las otras capitales de provincia del Perú.
En el mensaje de la mujer tarateña Aída Claros Ticona indicó que la provincia andina se estacionó y no surge porque recibe el porcentaje más bajo de canon minero, no tiene servicio de agua y desagüe, la carretera Tarata-Mazocruz no se ejecuta y persisten promesas incumplidas, como la de las obras de la Ley Tacna de los años 50.
“Con gran pena digo por qué mi tierra se estacionó, es que es la cenicienta de todas las provincias”, manifestó.
Añadió que falta agua y recordó que los tarateños de antes en su niñez veían al Comayle “blanco” y al Barroso cargado de nieve, pero hoy solo quedan vestigios de esta.
“No tenemos agua, poco a poco el agua se va acabando. Es una preocupación regional y mundial, pero ¿qué estamos haciendo para eso?”, cuestionó.
Asimismo, indicó que Tarata siempre fue solidaria con Tacna respecto del agua, pero ahora, con el proyecto Vilavilani y el canal Vilachaullani, se trata de llevar el agua a Tacna, a lo que los tarateños se oponen.
“No se puede desvestir un santo para vestir a otro, tiene que verse a un nivel mayor. Si no tenemos agua, no podemos dejar que se nos despoje de ella”, enfatizó.
En su discurso Claros previamente narró la historia de Tarata y recordó cómo se pobló por personas que llegaron de la parte alta buscando agua. Luego se formaron los ayllus, creciendo hasta pasar a la época preincaica.
Continuó la lucha de caciques, y ya en la independencia la zona se dedicó a la agricultura, mientras que en el cautiverio sufrió los abusos de los militares chilenos, a quienes los tarateños se enfrentaban, por lo que perdían la vida, así como en el Campo de la Alianza, el combate del 21 de julio y las luchas de Gregorio Albarracín.
Los tarateños rindieron homenaje a todos sus mártires con un paseo de la bandera, llevada por las mujeres tarateñas, una ceremonia protocolar, colocación de ofrenda florales, declamación de poesías a cago de escolares y un desfile cívico militar.
Cabe mencionar que en la misa por la ocasión el obispo de Tacna y Moquegua, monseñor Marco Antonio Cortez Laura, criticó la política centralista y señaló que debe desterrarse porque hace daño a las provincias.