La jurisprudencia de la Corte Suprema es clara: «Son anulables los fallos cuyos argumentos no guarden lógica en su fundamentación», de manera que es incierto el destino que podría tener una sentencia que posee demasiados errores ortográficos, los que complican su entendimiento.
El juez mixto de la provincia de Melgar, Alexander Roque Díaz, mediante resolución 10-2021, del 09 de diciembre de 2021, emitió sentencia con más de 2,300 errores ortográficos, algunos de ellos, considerados «horrores» ortográficos.
La falta de logicidad no permite entender los fundamentos que utilizó para emitir fallo en contra de José Mamani y otros.
El proceso es por una denuncia de usurpación y en su sentencia el magistrado confunde palabra en vez de decir, supuestamente ‘predio’, escribe en su fallo “pedio”.
La falta ortográfica es tal que no se entiende qué quiere decir.
Las palabras que advierten los crasos errores, y no solo figuran como erratas al diccionario, son: “haberswe rdealizado”, “rsguardo poliial”, “racturando”, “agresres”, “aprovecahrse”, “vlneando”, “trasañfada”, “conssiemntes”, “agravadia”, “diligencai”, nastanete”, “prtendian sdacarlos,”, “fuea aponer la”, “cundo”, “compatbles”, “faltamntes”, “colegi,”, “constaatcion s ele”, “diligencai”, “eenro”, “losmtestigos”, “visualixza”, “concoia”, “trasañfada”, entre otros.
Las palabras que usó el magistrado para argumentar su fallo condenatorio, no existen ni en el diccionario.
Para el abogado José Choque, lo que hizo el juez Alexander Roque, es emitir una sentencia que no se entiende y deja mucho que desear respecto a la forma cómo lo ha argumentado.
“Le falta tildes, comas, no tiene lógica en varios párrafos. Nunca he visto una sentencia de esa característica”, aseguró.