El proyecto Vilavilani II fase 1 que tiene como objetivo trasvasar agua de las zonas andinas de Tacna y Puno a esta ciudad es difícil de ejecutar y probablemente inviable, afirmó Miguel Ramírez Ruiz, administrador de la Autoridad Local del Agua Caplina-Locumba.
Sustentó su afirmación indicando que el proyecto fue elaborado por los profesionales en gabinete, es decir, en oficinas sin tener en cuenta la realidad de las zonas andinas y sus poblaciones.
Durante su participación, el fin de semana, en el certamen de capacitación “Gestión de los recursos hídricos en las cuencas de Tacna” realizado en la universidad Jorge Basadre Grohmann, precisó que este tipo de situaciones solo se da en la administración pública.
Dijo que cuando las empresas privadas o los organismos no gubernamentales (ONG) ejecutan una obra de esta índole lo hacen en el campo, en el lugar donde se llevará adelante la obra hídrica.
“Mínimamente los técnicos deben estar en el lugar de los hechos unos tres meses, recogiendo información, pero sobre todo conociendo las necesidades y problemas de la población para luego plantear alternativas de solución”, añadió el funcionario.
Luego se preguntó si los técnicos del Proyecto Especial Tacna y los que hayan elaborado el proyecto Vilavilani habrán estado siquiera un mes en la zona de impacto del proyecto. “¿Habrán consultado a las poblaciones de las cuencas Mauri y Uchusuma, es decir, Alto Perú y Ancomarca?, se interrogó nuevamente.
Agregó que una muestra de lo que afirma se dio con la construcción de la represa Cularjahuira, en la provincia Candarave, que fue inaugurada en julio del año pasado.
“Esa obra no generó ninguna protesta porque los técnicos trabajaron en el lugar y con la población que iba a ser beneficiaria”, remarcó Ramírez Ruiz.
Asimismo, refirió que cuando dice las cosas como son es visto como enemigo, pero en realidad plantea situaciones y alternativas de solución en base a su conocimiento y su larga experiencia en el campo hídrico del país.
Preguntado sobre la crisis hídrica que afronta la región, consideró que las autoridades deberían trabajar en la siembra y cosecha de agua, tal como se hizo hace muchos años en la provincia Tarata.
“Esa experiencia se debe hacer en la cuenca Uchusuma. Además, se debe construir diques desde Calientes hasta Calana para que los reservorios de Cerro Blanco puedan tener agua en menos tiempo y con menos sedimento”, indicó.