¡Estremecedor crimen! Cegado por los celos un sujeto asesinó a sangre fría su esposa y madre de sus cinco hijos, y luego intentó armar su coartada para hacer creer a las autoridades que su esposa que se había suicidado, pero el despreciable hombre fue descubierto.
El nuevo caso de feminicidio en la región altiplánica ocurrió en el centro poblado de Aymaña, del distrito de Corani, provincia de Carabaya, en donde primero intervinieron las rondas campesinas.
LOS CELOS
De acuerdo a las investigaciones policiales, el presunto feminicidio sucedió el miércoles 9 de agosto, en el interior del inmueble donde vivía la pareja junto a sus menores hijos, en el centro poblado de Aymaña (Corani).
Aquel día, la pareja llegó a su casa tras vender en la feria ganadera que se realizó en el mismo centro poblado. Sin embargo, cuando estaban por dormir, el sujeto identificado como Cirilo Huallipe Solís, descubrió que su conviviente había recibido la llamada de otro hombre, lo que generó que Cirilo le haga una escena de celos que terminó en un cruel y despiadado crimen.
CRUEL MUERTE
Tras perder el control por los “celos malditos”, el hombre agarró una chompa y ahorcó a la víctima identificada como Eudocia Martínez Huallipe (28), en el interior de su habitación.
Para desviar las investigaciones Cirilo sacó el cadáver del cuarto y lo trasladó hacia un pasillo de la precaria vivienda y lo dejó sobre el pasto seco.
Ahí, guiado por su mente descabellada, puso entre las manos del cadáver tres frascos de insecticida agrícola de la marca “Tamarón” a fin de hacer creer que la infortunada Eudocia se había suicidado envenenándose con la referida sustancia tóxica.
FUE DESCUBIERTO Y RETENIDO
La coartada del despiadado hombre no le duró mucho, pues fue descubierto al entrar en varias contradicciones, y en consecuencia, fue retenido por las rondas campesinas quienes aplicaron sin dudar la justicia ronderil.
FRÍA CONFESIÓN
El hombre terminó confesando con frialdad cómo asesinó a su pareja.
Cirilo fue llevado a la Plaza de Armas, a fin de pasar la cadena ronderil, rodeado por más de 150 personas, quienes estaban conmocionados por el atroz crimen que se atrevió a cometer contra su propia esposa, a quien en algún momento le prometió protegerla y amarla, pero terminó siendo su verdugo.
DILIGENCIAS
Los restos de la infortunada Eudocia fueron trasladados a la morgue de Carabaya, a fin de realizar la necropsia y continuar con las diligencias e investigaciones a cargo de la Fiscalía Penal de Carabaya.