El presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera Huarache, sostuvo que después del terremoto del 23 de junio de 2001 en el distrito Ciudad Nueva se ha vuelto a construir viviendas sobre el mismo suelo donde se derrumbaron muchas viviendas.
“Todos recordamos lo sucedido en el terremoto de 2001, pero lamentablemente en el caso de Ciudad Nueva ha crecido otra vez sobre el mismo suelo hacia la zona de la ladera del cerro Intiorko, incrementando más el riesgo ante un sismo”, remarcó.
Explicó que esto demuestra que el problema de los suelos termina por colapsar y frente a ello no se ha trabajado nada, porque las ondas sísmicas sacuden el suelo y si es mala la construcción, entonces la onda sísmica se amplifica y destruye y causa daños a las personas. Consideró que no se avanzó en nada en la generación de una cultura de prevención y riesgo frente a sismos.
“Debemos tener más cultura de prevención y criterio común para saber qué zonas ocupar y controlar el tema de las invasiones, y para ello la autoridad tiene que gestionar hacia dónde va el crecimiento de la ciudad”, comentó.
Tavera agregó que tampoco se ha gestionado el uso del suelo ni el crecimiento de las zonas urbanas, y menos la cultura de prevención.
“Debemos tener en cuenta que se está acumulando energía frente a la costa de Tacna y que podría provocar un sismo de magnitud superior a los 8 grados”, remarcó.
Añadió que este año se han reportado más de 500 sismos de 3,8 y 4 grados, “pero si hablamos de sismos grandes, no hemos tenido en los últimos años y la energía se sigue acumulando».
«Somos un país hecho por sismos y no lo podemos evitar, pero sí reducir el riesgo por exposición cuando en la ciudad prevalece la autoconstrucción”, concluyó.