Un joven policía murió tras un funesto desenlace de indiferencia y desidia en la Sanidad Policial de Puno.
ESTABA ENFERMO
El suboficial de segunda PNP Erick George Estrada Mendiola (30), perdió la vida por la indiferencia del personal médico de la Sanidad de la Policía Nacional en Puno. Ayer, tras acudir a su formación en la Unidad Servicios Especiales (USE), al promediar las 6:45 a.m., fue evacuado por sus colegas a la Sanidad Policial ubicada en el barrio Huáscar. Allí fue atendido por el médico de medicina general Heydi Saray Pelayo Rossel, quien le dio un día descanso médico por un cuadro de “Tirotoxicosis con Bocio Difuso”, que no es otra que una complicación de hipertiroidismo, lo cual se caracteriza por la producción de aumento excesivo de las hormonas tiroideas en la sangre.
REQUERÍA EXÁMENES
Para detectar este mal se necesita una ecografía de tiroides y un perfil tiroideo de sangre. Estos procedimientos no le practicaron y solo le dieron descanso médico.
El oficial regresó a su servicio, pero tras presentar malestar fue trasladado nuevamente a la Sanidad de la Policía Nacional en Puno, donde permaneció sentado en un ambiente en el primer piso sin ningún tipo de tratamiento. Tras sufrir una descompensación, sus colegas lo evacuaron al hospital Manuel Núñez Butrón de Puno, donde murió a las 12:45 de la tarde.
DESIDIA SANITARIA
No es la primera vez que la Sanidad de la Policía Nacional de Puno incumple con dar atención cabal al personal policial. Esta vez le tocó perder la vida a un suboficial que tenía toda una carrera policial por delante.
TESTIMONIOS
Debido a ello y por otros testimonios de efectivos, son los mismos policías que suelen invertir y pagar una clínica antes de arriesgarse a la desidia de la Sanidad Policial en Puno. Cuando acuden a hacerse atender les recetan paracetamol e ibuprofeno, sin escatimar cólicos y dolencias. «Son unos malditos, mi esposo (también es policía) fue con una apendicitis y le pusieron inyección que le calmó el dolor, cuando a las horas le dieron de alta, llegó a la casa y le vino una recaída, de la misma Sanidad me dijeron ‘si quieres vivo a tu esposo, llévalo a una clínica’. Eso hice y al llegar pudieron salvarle la vida, ya tenía peritonitis. Al igual que mi colega Estrada Mendiola, ni siquiera le hicieron análisis. Son unos malditos, lo ratificó, no hay especialistas y los médicos que hay son insensibles. La Sanidad parece una morgue», subrayó una suboficial que refirió que los oficiales sí reciben otro tipo de atención, hasta los recogen de sus casas por un resfrío.
PESAR POR MUERTE
El fallecimiento del joven agente desató los comentarios de pesar por su partida de parte de amigos y colegas, sus restos serían llevados a su natal Camaná donde sería enterrado.