Cuando sintieron el denso humo negro que llenaba el socavón, ya era tarde; los mineros se encontraban a casi un kilómetro de distancia de la bocamina; trece de ellos aparentemente estaban en su hora de descanso. El resto trató de escapar por la bocamina trasera que da hacia la mina Cerro Rico, pero la falta de oxígeno los venció y murieron asfixiados por monóxido de carbono. Ese fue el trágico desenlace de los 27 mineros que laboraban en los socavones de la mina Esperanza II, ubicada en el centro poblado de Ispacas, distrito de Yanaquihua (Condesuyos).
La mayor tragedia en una mina arequipeña ocurrió la madrugada del último sábado. Los cables sobrepuestos en columnas y vigas de madera que sostienen el socavón se calentaron y provocaron un cortocircuito en la mina Esperanza I, que está interconectada con las minas Esperanza II y Cerro Rico.
El amago se convirtió en incendio y quemó todo material inflamable. Afortunadamente en la mina Esperanza I no había trabajadores, pero el denso humo se expandió por todo el cerro e ingresó a los socavones de la mina Esperanza II.
Tres mineros que se encontraban cerca de la bocamina se percataron del siniestro y lograron salir con vida, pero sus 27 colegas no corrieron con la misma suerte. El dueño de la mina, Esteban Huamaní Urday, fue a la comisaría del distrito para informar de la tragedia. Las tareas de rescate de los cuerpos se realizaron al mediodía del último domingo. Los policías hallaron 13 cuerpos -estaban juntos en la zona de descanso-, y el resto disperso en varios tramos. Estos últimos eran los que trataron de escapar hacia la mina Cerro Rico.
PROMETIÓ REGRESAR
El corazón le palpitaba irregularmente mientras esperaba la caravana fúnebre que traía el cuerpo de su esposo. Tenía sentimientos de negación, pues no quería creer que su compañero de vida, con el que formó una familia con tres hijos, haya muerto.
Al divisar la caravana, Yeni Cruz (34) solo corrió para tratar de ver por última vez el rostro de su esposo Adriel Cadena Huachaca, quien yacía inerte.
Solo minutos antes Yeni comentaba que su esposo tenía cinco años laborando en la mina Esperanza II y que prometió volver para el Día de la Madre. Mientras hablaba, ella tocaba suavemente su vientre, hasta que nos reveló que tenía 4 meses de embarazo.
Yeni intenta no quebrarse, pues su pareja estaba entusiasmado con la llegada del nuevo bebé, pero no se pudo, Adriel se fue sin siquiera conocer el sexo de su tercer hijo.
Otro es el caso de William Melanio Cuentas Puma, de tan solo 22 años, quien se había propuesto trabajar dos años más y juntar dinero para postular a la Policía Nacional. El jovencito se encargaba del cuidado de su madre y tenía trabajando en la empresa ‘SERMIGOL’ dos años.
«Teníamos toda la ilusión de verlo convertido en policía», contó su cuñado Saúl Turpo Ramos.
Los restos del varón serán trasladados al distrito de San José, provincia de Azángaro (Puno).
SE SOÑABA CON LA MINA
Ángel Jiménez Copari (28), el menor de 8 hermanos, en sus días de descanso siempre viajaba hasta el distrito de Desaguadero-Kelluyo (Puno) para pasar tiempo con sus padres y hermanos.
El varón solía caminar por casi tres horas en los montes escuchando música de alabanzas a Jesús, pues estaba deprimido tras terminar una relación de varios años con su pareja.
Según sus familiares, Ángel Jiménez presentía la tragedia, ya que en los últimos días les había contado que se sonñaba con la mina.
«Me sueño mucho con la mina. Creo que va ser la última vez que trabaje», fue lo que le comentó a Christian Chile Jiménez. El minero deja en la orfandad a tres menores de edad.
SE PREPARABAN PARA LA FIESTA
Los hermanos Jesús y Ceferino Huahuaccapa García, de 28 y 24 años, estaban entusiasmados pues tenían planeado viajar a Velille (Puno) para celebrar la fiesta de Layos. Ellos querían dar la sorpresa a sus progenitores y celebrar también junto a ellos el Día de la Madre.
Pero ese reencuentro nunca se dará porque ambos murieron atrapados y asfixiados. Nicolás Huahuaccapa contó que sus hijos estaban trabajando hace dos años en Yanaquihua y que el mayor de los hermanos deja un pequeño.
ENTREGARON CUERPOS
Al promediar las 5 de la tarde de ayer, luego de la identificación y necropsia de ley por parte de los especialistas y la Policía, se procedió con la entrega de los cuerpos de los 27 mineros. El primero en ser entregado fue el de Elvis Iquiapaza Canaza, quien será llevado a Juliaca (Puno).
Sus familiares indicaron que tras la entrega del cuerpo de su pariente viajarían a la región altiplánica.
Como se sabe, 15 mineros provenían de Puno y sus familiares indicaron que harían el traslado de los cuerpos hasta su tierra natal.