Una jovencita que padece discapacidad mental fue violada hace cuatro meses; el supuesto agresor se coludió con un obstetra para provocar un aborto hace diez días, la víctima está internada en el hospital con pronóstico reservado y no pasa nada.
El insultante caso se registró en Sandia, que para variar tiene Comisaría, Fiscalía y hasta una oficina del Centro de Emergencia Mujer (CEM). Las tres instituciones parecen haberse coludido con la impunidad pues no han accionado como lo señalan las nuevas normas a favor de poblaciones vulnerables.
La historia comenzó el último domingo 23 de abril. Aquel día, la jovencita M.E.G.R. (23) salió de su hogar y no regresó; su madre denunció la desaparición al día siguiente dado que debido a su retardo, se comporta como una niña.
Por las redes sociales informaron el lunes que una muchacha se encontraba internada en el Hospital de Sandia, en el área de Ginecología.
Era la joven a la que llamaremos “María”, quien -se enteraron-, tenía 24 semanas de embarazo, y había llegado al nosocomio con dolores en el vientre con amenaza de aborto. Indicó que se había caído y que notó que se humedeció su trusa. (rotura de placenta).
Los médicos sin mayor atención y análisis le dieron de alta el jueves 27, e indicaron a sus familiares que la dolencia había pasado. Ni siquiera determinaron el estado del feto ni de la placenta.
CONTÓ LA VERDAD
La jovencita, contó a su madre, doña Libia, que el domingo 23 fue citada por Serafín Mamani Apaza (66), el padre de la criatura que llevaba en su vientre, quien la llevó a un consultorio obstetra del jirón Arica. Le dijo que este la violó el 2 de noviembre de 2022, en feriado de «Todos santos» en su restaurante, y que ya antes lo había hecho desde que tenía 17 años.
INDUJERON ABORTO
A su hermana Deysi le reveló con mayor confianza lo que le hicieron el domingo en ese local: auscultaron sus partes íntimas y luego le introdujeron un aparato de metal con el que le provocaron un fuerte dolor.
“Me ha contado que le metieron una cosa de metal, fría y le hicieron daño, le pudieron romper la fuente o la placenta. Ella (“María”) decía que el obstetra le ordenó que ‘Ahora sí, vas al hospital. Te van a recibir mis colegas, ya estoy llamando, ellos saben qué haber, les vas a decir que te has caído, no digas más, así le dijo’”, declaró a SF su hermana Deysi.
Acusó al obstetra que habría hecho aquella inducción al aborto.
“Se llama Daniel Atamari Soncco, él no trabaja allí (Hospital de Sandia), sino en Cuyocuyo. Mi hermanita tiene miedo de él y del señor Serafín, porque ellos la amenazaron con desaparecerla si contaba algo”, añadió.
DE NUEVO INTERNADA
Este miércoles 3 de mayo, “María” tuvo una recaída. Aunque los dolores continuaban desde el día que le dieron de alta, anteayer se hicieron intolerables, de modo que la llevaron al nosocomio para controlar su embarazo.
Otro ginecólogo se mostró diligente, le hizo exámenes y análisis, concluyendo que la fuente se había roto, que ya no tenía líquido amniótico. La volvieron a internar y ayer le dieron la ingrata noticia que era muy probable que iba a perder a su bebé.
“Hoy (ayer) me dijo este ginecólogo que el bebé (feto) todavía respiraba que así no podía vivir, porque no hay líquido y mi hermanita tiene infección”, lamentó preocupada por su salud.
DESIDIA FISCAL Y CEM
Deysi nos pidió que le consigamos un abogado porque cuando acudieron al CEM no la atendieron bien e incluso le dijeron que su hermana era mayor y ahora las discapacitadas pueden elegir, que quizás no fue violación.
“El señor ni siquiera me quiso dar su nombre”, protestó.
La misma desidia dice haber encontrado en la fiscal Aydee Quiñones que recibió la denuncia de violación el 26 de abril, pues se limitó a decirle que no había flagrancia.
LENTITUD FISCAL
“Ella me dijo que el 9 de mayo vendrían a hacerle la entrevista en Cámara Gesell. Ya no sé si creer en la justicia, el policía también me dijo que busquemos al violador, que conciliemos», fustigó.
Llamamos a la fiscal y esta nos recalcó que la «supuesta violación fue en noviembre y que se están haciendo las diligencias. No dijo cuáles.
Deysi nos contó que tampoco tuvo suerte con los policías.
“En la comisaría, hoy (ayer) me salieron que el que está a cargo no está, que venga mañana, ni siquiera me recibió la solicitud de la copia de denuncia”, restregó decepcionada.
¡MALDITOS!
Un ginecólogo amigo del diario, nos explicó que el cometido sería que tras la rotura de la placenta, los galenos no tendrían más opción que someterla a un legrado o aborto, lo cual no sucedió.
“Es probable que no se siguió el procedimiento al cuadro médico, no debieron darle de alta”, la fiscal debe examinar la historia médica, los protocolos”, dijo.
¿DESDE EL 2017?
Deysi sostuvo que el presunto violador vive en su cuadra, y es conocido en la ciudad de Sandia por los policías y fiscales, por lo que hasta ahora no han hecho nada.
«Tiene un restaurante en el segundo piso del mercado, yo trabajé allí en 2017, la llevé a mi hermanita para que lave platos, y ahora me ha contado que allí ya la había violado”, señaló.
INOCENCIA
«María» apenas estudió hasta tercero de primaria en un colegio especial de Sandia. De acuerdo a su hermana Deysi,. su retardo se agudiza por momentos.
«Su discapacidad es mental, la tratamos como niña, es inocente, a veces muy agresiva», concluyó.
«MAÑANA TE CUENTO»
Serafín Mamani, primero negó los graves cargos, luego ya a punto de confesar, nos dijo que nos contaría hoy.
«Ella no es retardadita, trabajó años conmigo… Mañana sería, hoy no, ahí te cuento todito, cómo ha sido, ya señor periodista», dijo desde su celular.
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