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‘Buitres’ querían limpiar la terrible escena

La enfermera sigue luchando por culpa de violadores.

La enfermera sigue luchando por culpa de violadores.

¡Actitud psicópata! Dino Álvarez Limahuay (30) y Renato Francisco Quispe Ramos (26), bautizados como “Los Malditos ‘Buitres’”, ayer por la tarde afrontaron su audiencia de prisión preventiva por el delito de violación sexual, en agravio de la enfermera de iniciales B.M.S.A. (32).

Hasta el cierre de edición, el fiscal del Ministerio Público de Ayaviri, sustentaba todas las evidencias halladas en contra de los “buitres” ante el juez del Juzgado de Investigación Preparatoria de la provincia de Melgar – Ayaviri, y pedía 9 meses de prisión preventiva. La decisión última es del juez.

Tras revelarse el terrible caso de la enfermera violada y atacada de la manera más cobarde y sanguinaria en Ayaviri, se conocieron más detalles de cómo Dino Álvarez y su cómplice Renato Quispe actuaron.

EN LA BOCA DEL LOBO

La víctima es natural de Juliaca, pero trabajaba en EsSalud de Ayaviri. Es así que tras culminar su día de descanso, partió de Juliaca el miércoles 29 de marzo, entre las 7:30 a 8:00 de la noche hacia Ayaviri.

Luego se dirigió a su cuarto alquilado, ubicado frente a su trabajo. Ella vivía ahí desde fines de 2022, mientras que su verdugo Dino, que también era inquilino del inmueble, vivía ahí desde los primeros meses de 2021.

TESTIGOS

Según una valiente testigo que también es inquilina, después de las 9:00 de la noche del miércoles, Dino empezó a escuchar música con volumen alto, incomodando a otros habitantes de la casa por el ruido; poco después la testigo escuchó voces de varones y de una mujer.

“¡Toma como hombre, mierda!”, decía uno de los “buitres”; la vecina testigo intentó que Dino bajara el volumen, pero no hacía caso.

ASÍ LO DESCUBREN

Cuando ya era entre las 12:30 a 1:00 de la madrugada del jueves, Dino fue descubierto cuando salió de su cuarto al baño para lavar una toalla ensangrentada; y extrañamente caminaban por los pasillos constantemente; había manchas de sangre.

Es ahí que una de las vecinas sale, lo ve y le pregunta: “¿Qué pasó vecino?”, y el indeseable, en estado etílico responde una mentira: “Me dieron un puñetazo”.

Y la vecina lo recrimina: “¡Cómo van a tomar hasta ese extremo!”. Y, por suerte del destino, ella le pregunta si había visto a la enfermera o no, sin imaginar que ella yacía en el piso ensangrentada. No obstante, tal fue el cinismo de Dino, y dijo: “Debe estar durmiendo en su cuarto”.

LLANTOS DE DOLOR

Cuando la vecina se iba a su cuarto, escuchó a una mujer llorar y quejarse de dolor, y le vuelve a preguntar: “Quién está llorando?”, y Dino otra vez miente y responde: “Es una compañera de trabajo. Llora porque extraña a su pareja”.

Esta situación le pareció extraña a la vecina y empezó a sospechar: música con volumen alto, alcohol, sangre, llantos de una mujer, y la desaparición de la enfermera. A raíz de ello llama al dueño de la casa para contarle lo que sucede, quien de inmediato llega a la casa.

EL RESCATE

El propietario va de frente a llamar la atención a su inquilino Dino, y descubre la espantosa escena de su habitación, pues su otra inquilina estaba ahí, en el piso, semidesnuda de la cintura para abajo, y desangrándose de sus partes íntimas.

Como EsSalud Ayaviri queda al frente de la vivienda donde sucedió la atroz violación, quisieron llevarla ahí, pero tocaron y tocaron, y nadie les atendió.

Por ello, el propietario, en su bicicleta, fue rápido a la Comisaría PNP de Ayaviri para avisar a los policías, los mismos que sin dudar llegaron a la casa para socorrer a la víctima y evacuarla al hospital ayavireño.

INTERVENCIÓN

Antes de que descubrieran a Dino, su cómplice Renato Quispe ya se había ido a cambiar de ropa, por lo que esa madrugada Dino fue detenido.

Renato Quispe ese día estaba de turno como vigilante en EsSalud Ayaviri, pero como su amigo vivía la frente, se fue a tomar ahí, y terminaron violando a la enfermera.

¡COBARDES!

Según la hipótesis policial, la profesional de salud pese al alcohol quiso defenderse, pero los miserables la golpearon en su rostro, piernas y brazos, para luego turnarse y ultrajarla; la música con volumen era una estrategia para disimular los gritos de dolor de la dama.

Luego, le introdujeron un objeto filudo en sus partes íntimas. Le dañaron sus órganos, articulaciones, incluso el corte llegó hasta el hueso provocándole graves secuelas.

Dino Alvarez en mayo del 2020 fue involucrado en la muerte de una mujer, en el interior de una vivienda situada por la explanada “Los Machuaychas”.

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