Arequipa tiene garantizado este año el recurso hídrico para el consumo humano y otras actividades económicas como la minería y agricultura, pese a que se les racionará el agua entre un 10% y 15% por falta de lluvias.
Sin embargo, para el 2024 se corre el riesgo de no contar con el suficiente volumen de líquido debido a que el fenómeno de El Niño ocasionaría grandes sequías. Así lo advirtió Ronal Fernández, director de la Autoridad Administrativa del Agua I Caplina – Ocoña.
El especialista explicó que fenómeno de El Niño en el sur del país, por experiencia de fenómenos anteriores, suele ocasionar sequías severas, lo cual originaría que la próxima temporada de lluvias sea breve y escasa. Consecuencia de ello sería que no habría el suficiente recurso para el 2024.
Por ello, desde ahora, en el plan anual de distribución del agua para el 2023, se disminuirán los volúmenes para ciertas actividades, a fin de conservar líquido para el próximo año.
Este panorama se ha informado al Gobierno Regional de Arequipa para que tomen acciones inmediatas y priorice la construcción de represas y plantación de vegetación, que cosechan el agua como parte de un proceso natural.
Por ejemplo, entre las represas a ejecutar y destrabar se encuentra la presa de Casa Blanca, en Yura; Toma Grande, Mollebaya, la cual tendría un capacidad de 3 millones de m3 y resolvería los problemas de la zona más árida de Arequipa; así como las represas de Sumbay, Arequipa; Iruro, Acari; y Ancascocha, Yauca.
POBLACIÓN
Otro problema que amenaza el abastecimiento del recurso hídrico en la región es el crecimiento poblacional. Actualmente en Arequipa se consume 70 millones de metros cúbicos (hm3), pero al 2035 se necesitará 140 hm3, y al 2050, el 200% de la cifra actual.
Estas cantidades superan el agua de las represas que almacena el sistema hidráulico del río Chili, por lo cual se deberá disponer otras medidas, además de la construcción de represas.
Por ejemplo, Fernández indicó que se debe capacitar a la población para que haga un mejor uso del recurso, puesto que el consumo promedio por habitante al día es 136 litros.
Asimismo, se debe promover el riego tecnificado, ya que esto optimizaría el recurso y reduciría el porcentaje de agua que se destina para los cultivos, que actualmente es el 30%.