Eran las 9 de la mañana del último jueves 16 de marzo cuando una menor de 17 años a quien llamaremos Milagros salió de su vivienda ubicada en la asociación Goyeneche (Cerro Colorado) con dirección al centro de la ciudad a buscar trabajo sin imaginar que sería dopada y ultrajada sexualmente.
Según el testimonio de la víctima, cuando caminaba por el centro de la ciudad, un sujeto de tez trigueña con un morral en el pecho se le acercó para preguntarle si estaba buscando trabajo.
Cuando la joven le respondió que sí, le dijo que la ayudaría. El sujeto abordó un taxi con ella y le dijo que la llevaría al lugar donde iba a trabajar.
En el trayecto el individuo le dio de beber una gaseosa a Milagros. Ella cuenta que apenas pudo bajar del taxi y vio que ingresaron a un local de color blanco con dos personas paradas en la puerta. Después se quedó dormida. A las 3 de la mañana del día siguiente la joven despertó por inmediaciones de la avenida Vidaurrázaga, frente a la feria ‘El Altiplano’.
Milagros había sido ultrajada sexualmente y estaba desorientada. En ese instante pasó por el lugar un patrullero de serenazgo del municipio de Bustamante y Rivero. La joven les pidió ayuda porque no se sentía bien y quería que la llevaran a su vivienda, pero los agentes se negaron. Entonces, Milagros tomó un taxi, pero aún estaba desconcertada y se quedó dormida. El taxista aprovechó la vulnerabilidad de la jovencita y desvió su camino hacia un descampado para ultrajarla. Después la abandonó.
Finalmente, la víctima abordó otro taxi que la llevó hasta su vivienda, donde la esperaba su mamá. Cuando reaccionó, la mañana del último sábado, la víctima y su progenitora acudieron a la comisaría de Palacio Viejo para poner la denuncia. El caso aún está en investigación.