Como es costumbre en esta época del año, se da comienzo a la etapa escolar y universitaria; todos retomamos nuestra rutina habitual de ir al ‘cole’ y acostumbrarnos nuevamente a encajar en los estudios, esto dirigido más que nada a los más jóvenes en casa, mas toda la familia se implica en esta épica tarea.
Y qué sucede si alguno de nuestros hijos no desea ir a clases, llora, hace berrinches, algunos llegan hasta a presentar malestar a nivel físico (dolor de cabeza, malestar estomacal, vómitos, etc.); ¿por qué se dan estos cambios a nivel emocional y hasta físico? El miedo al fracaso, el mimo excesivo, la sobreatención de los padres, o de contrario las altas expectativas de los padres puestas sobre los hijos, quizá alguna situación incómoda en el colegio, tipo bullying, podrían ser algunos de los factores que estén influyendo en este comportamiento.
Es necesario saber que el miedo es una emoción que siempre estuvo y estará con nosotros, ya que a nivel evolutivo nos ayuda a escapar del peligro y medir nuestras capacidades para el afrontamiento de las diversas vicisitudes de la vida. Pero cuando el miedo se acrecienta y nos quedamos paralizados, subiendo nuestros niveles de cortisol y hasta llevarnos a la enfermedad, tenemos que buscar la forma de afrontarlo y salir adelante.
Es imperioso saber que tanto niños como adolescentes replican las conductas instaladas en el hogar nuclear, por ello el primer nivel de control recae en nosotros, los adultos emocionalmente estables, que podemos otorgar seguridad, firmeza y fuerza a nuestros pequeños. No hay nada más terrible que un niño vea el terror o miedo en los ojos de su cuidador.
La comunicación sana, fluida y respetuosa da al menor la importancia y sensación de apertura que permite comunicar todo sin secretos dolorosos.
La confianza incondicional y los valores instaurados desde edad temprana complementan esta gama de herramientas para una correcta gestión de emociones en nuestros niños.
Mas siempre el ojo clínico de un excelente profesional de la salud mental nos ayudará a entender y buscar estrategias específicas que encajen y vayan de acuerdo a las necesidades de nuestros niños, y de este modo ayudarlos en este tránsito de su vida.
*Gerente de Sumac Guagüitas S.R.L.
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