La jornada de protesta de ayer en la ciudad de Puno advirtió algunos excesos, reacciones y hasta agresiones de algunos pobladores provenientes de la zona sur de la región hacia lugareños.
Como se sabe, miles de manifestantes aymaras desde Platería, Acora, Ilave, Chuquito, Pomata, Yunguyo y Desaguadero, entre otros lugares, arribaron a la Ciudad Lacustre a bordo de varias caravanas de vehículos.
INTOLERANCIA
Por las redes sociales se difundió que algunas mujeres provenientes de las zonas rurales lanzaban chicotazos a ciudadanos que se ubicaban en las aceras de la avenida El Ejército, altura del Cuartel Manco Cápac.
Testigos presenciales dijeron que uno de los lugareños filmaba el paso de los aymaras. Intentaron arrebatarles el celular y este gritó ¡Yo tengo derecho a filmar, abusivos!. Otros gritaron ¡Váyanse!, a lo que los protestantes, golpearon con el zurriago a los que hacían frente.
Se observó que unas mujeres les gritan ¡Cobardes! a mujeres vestidas de polleras que continuaban flagelando. En las imágenes se aprecia a hombres que son golpeados por otros, por salir en defensa de los agredidos.
ATAQUES A CARROS
Luego, durante su camino al centro de la ciudad, las delegaciones aymaras atacaban los vehículos estacionados, sobre todo los que invadían los pasos peatonales o ciclovías. Según las fuentes, eso ocurrió a la altura de la avenida Simón Bolívar con el jirón Branden.
Justo frente al Cementerio Laykakota, la miniván marca Hyundai de placa V4I-957, color plateado oscuro, fue atacada a pedradas por los manifestantes aymaras.
Unos testigos dijeron que la unidad estaba estacionada frente al camposanto, pero otros dijeron que trató de avanzar cuando la muchedumbre se acercaba.
Certeras pedradas que destrozaron el parabrisas posterior, las lunas laterales y además abolladura en la carrocería. La turba increpaba «Por la culpa de ‘amarillos’ la Dina se burla del pueblo».
EXIGIERON CIERRE
En la mañana, pasada las 08:10, otro grupo de huelguistas obligó a los comerciantes del Mercado Unión y Dignidad, a que cierren sus puestos y se sumen a las luchas. Luego, los aymaras obligaban el cierre de los negocios abiertos.